Técnicos de la Estación Experimental Agropecuaria Valle Inferior del Río Negro, Convenio Provincia de Río Negro INTA y de la Chacra Experimental Patagones dependiente del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, desarrollaron una nueva raza ovina mellicera, de alta velocidad de crecimiento, rendimiento y conformación. El ingreso de los animales se realizará el viernes 18 de julio al Pabellón Ocre, sector ovinos.
Luego de casi 20 años de investigaciones y cruzamientos, los técnicos del INTA Valle Inferior –Río Negro– y de la Chacra Experimental Patagones desarrollaron la “Comarqueña”, una nueva raza para aumentar la producción de carne.
“Se trata de un genotipo doble propósito –carne y lana – con una composición de 25 % de genes Merino, 37,5 % de genes Ile de France y 37,5 % de genes Texel. La raza Merino aportó la rusticidad y producción de lana mientras que las otras razas aportaron la prolificidad, velocidad de crecimiento y conformación”, detalla Mauricio Álvarez – Director del INTA Valle Inferior y especialista en ovinos.
Durante 17 años se realizó un largo trabajo de selección y mejora de la raza que permitió desarrollar una especie desprovista de cuernos –tanto en machos como en hembras – y con la cara destapada, sin pelos visibles, con una excelente conformación y de alta producción.
Además su lana se destaca respecto de otros genotipos carniceros. La Comarqueña posee lana blanca a crema claro, con una finura promedio de 28 micras en adultos y 26 micras para las borregas, con una largo de mecha de 80 milímetros. Suave al tacto, con un rizo bien definido, uniforme y un bajo porcentaje de fibras moduladas en el vellón.
El aspecto más destacado de la Comarqueña es la producción de carne. Los resultados de los trabajos a campo indican que es posible destetar más de 120 corderos cada 100 ovejas en servicio con un peso promedio de 28,5 kg. Estos valores se encuentran muy por encima de la media regional y es posible alcanzarlos gracias a que las ovejas son “melliceras” y presentan excelente aptitud materna que les permite satisfacer la demanda de leche de los corderos.
Por otro lado Hugo Giorgetti – director de la Chacra Experimental de Patagones uno de los conductores del equipo que desarrolló la raza – señala “con la Comarqueña podemos incrementar la producción de carne y el beneficio de las majadas regionales entre un 20 y un 30 %. Además las pruebas de degustación y los análisis de calidad de carne indican que el producto tiene una elevada aceptación y un perfil de grasa mucho más saludable que la de otros genotipos”.
La raza fue aceptada en los registros genealógicos de la Sociedad Rural Argentina asignándole el prefijo C.M.Q. y se le otorgó al núcleo fundacional de la Chacra Experimental de Patagones el número de rebaño 1.
Este logro se debe a la colaboración de un grupo de trabajo interinstitucional que trascendió las fronteras burocráticas para trabajar en función de un problema común. El nombre de la raza reafirma la identidad de la región Patagones-Viedma como una Comarca, un territorio único que comparte no sólo las características físicas y naturales sino también las humanas e históricas con una profunda tradición “ovejera”.

