De esta manera, la tercera estimación del PIB del periodo comprendido entre los meses de abril y junio publicada por el gobierno estadounidense se mantiene sin cambios respecto a la segunda, que mejoró en ocho décimas el incremento del 1,7% recogido inicialmente.
En este sentido, la información oficial apuntó que este dato está basado en una información “más completa” que la que se tenía hace un mes, según la agencia de noticias Europapress.
Para el Departamento de Comercio, todos los datos recogidos sobre el crecimiento económico en la segunda estimación se mantienen con sus características generales, lo cual explica la ratificación del porcentaje en esta tercera estimación oficialo.
Asimismo, el organismo destaca en su informe que el incremento del PIB en el segundo trimestre refleja principalmente las contribuciones positivas del gasto personal de los consumidores, las exportaciones, la inversión en inventarios privados y la inversión fija residencial y no residencial.
Estos aspectos positivos se vieron parcialmente compensados por las contribuciones negativas del gasto del Gobierno federal, dijo el Departamento.
Asimismo, en el periodo comprendido entre los meses de abril y junio se produjo un incremento de las importaciones.
La aceleración del PIB respecto al trimestre anterior refleja principalmente una recuperación de la inversión fija no residencial y de las exportaciones, un menor descenso del gasto del Gobierno federal, y un repunte del gasto de los gobiernos locales y estatales.
Estos elementos se vieron compensados en parte por una aceleración de las importaciones y por una desaceleración de la inversión en inventarios privados y el gasto de los consumidores.
El gasto personal de los consumidores, una de las partidas que más contribuye al dato, aumentó en el segundo trimestre de 2013 un 1,8%, cinco décimas menos que en los primeros meses del año, mientras que las exportaciones aumentaron un 8%, en contraste con el descenso del 1,3% del primer trimestre.
Por otra parte, existe consenso entre los analistas de que el crecimiento entre julio y septiembre volverá a aflojar a un ritmo del 1,9% en medio de incertidumbres sobre la incapacidad de los legisladores para aprobar el Presupuesto Federal y para aumentar el techo de la deuda pública.
Este problema, que amenaza con dejar al Estado sin capacidad de pago a mediados del mes próximo, fue advertida hoy por la agencia de calificación crediticia Moody´s, la cual recordó que el tope formal para la elevación del tope de la deuda es el 1 de octubre.
Para la calificadora, existe un serio riesgo de que se genere una convulsión en los mercados financieros y en la economía mundial en su conjunto en el caso de que el Congreso de Estados Unidos no apruebe la elevación del techo de la deuda en los días que restan de septiembre, según la agencia de noticias DPA.
Como muy tarde se necesita un acuerdo para mediados de octubre, dijo Moodys, ya que hasta aquí el Gobierno ha podido cumplir hasta ahora el límite utilizando diversos trucos, pero este margen se agota como muy tarde en noviembre cuando vencen pagos de intereses de la deuda.
A pesar de la mejora en el ritmo de crecimiento, la cuestión de la deuda pública y la incertidumbre sobre el mantenimiento de este ritmo de crecimiento anual el próximo trimestre es lo que llevó a la Reserva Federal a dejar intocado el monto de su compra de Bonos del Tesoro.
La semana pasada y de manera sorpresiva, la Reserva anunció que no reduciría el monto de 85.000 millones de dólares mensuales destinado a la compra de bonos, tal como había hecho saber varias veces en los últimos meses.
Aunque el titular de la Reserva, Ben Bernanke, no ha mencionado a la deuda y el debate sobre el techo en el Congreso como un elemento de sus análisis y decisiones, es evidente que se trata de un hecho de gran envergadura que determina la conducta del banco central estadounidense.
