“El 2013 fue muy bueno y la proyección para este viene mejor”, dijeron desde la empresa, tras agregar que “esto va de la mano con el premio obtenido por la Fundación Exportar a la categoría consolidación y permanencia en mercados externos”.
En abril de 2011, profesionales del INTA viajaron a Sudáfrica para identificar los lotes oficiales del proyecto, que constaba de cuatro etapas. La primera de ellas era, analizar las distintas realidades de los productores sudafricanos; luego reconocer los distintos ambientes productivos en donde se desarrollan los cultivos; estudiar los manejos productivos (espaciamiento entre hileras, densidades de siembra, manejo del rastrojo, tratamientos químicos, corrección de las deficiencias de los suelos, cultivares que utilizan, entre otros); y por último poder analizar el tipo de maquinaria utilizada para la producción de granos para hacer adaptaciones a la maquinas argentinas si se considera que se debe realizar para cada ambiente productivo.
En agosto de ese año un grupo de productores sudafricanos visitaron nuestro país, yendo de gira por distintas zonas para comprobar in situ que los resultados de la aplicación estaban dando buenos resultados.
Luego llegó el momento de realizar los ensayos experimentales como módulos demostrativos, para determinar las ventajas comparativas de la tecnología de cultivos Argentina comparada con la de Sudáfrica, con el objetivo de promocionar la exportación de nuestras sembradoras.
Apache también destacó que “el mercado tiene una premisa básica, su siembra es a través de forma convencional, Apache rompe este paradigma con la siembra directa, brinda ciertos beneficios y con ello todas las acciones implementadas para convencer al productor agropecuario de Sudáfrica de obtener los mayores resultados con este sistema”.
La siembra directa, el cuál nuestro país es líder en adoptarla (porcentaje superior al 81% del total de tierra que se trabaja), es una técnica de labranza que permite una mejora en la productividad agropecuaria, dando una sustentabilidad del sistema agroecológico. Esto se funda en que el sistema de producción bajo siembra directa con cobertura de rastrojo permite mejorar la preservación del agua del suelo; siendo éste, un recurso vital en la producción de granos, ya que la reducción del laboreo del suelo y la acumulación de cobertura produce un cambio en la estructura del suelo, haciendo que haya menos erosión de los suelos.
