La roya del maíz es una enfermedad endémica característica del sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba y fue detectada en los últimos días en forma temprana en zonas santafesinas y cordobesas, cuyo desarrollo se vio beneficiado por las escasas precipitaciones.
Los ingenieros y técnicos que trabajan en dichas zonas advirtieron acerca de la aparición de las primeras pústulas de la enfermedad en estadios muy tempranos del cultivo (V2, en el sur de Santa Fe, por ejemplo).
La aparición del hongo Puccinia sorghi causante de la roya de maíz puede presentarse con diferentes niveles de intensidad, según el tipo de híbrido y las condiciones ambientales.
Así lo explica Gustavo Aimar, técnico asesor de la localidad de Gral. Baldissera: “El problema de la roya este año estuvo un poco más acentuado que años anteriores. Principalmente esto se da por las condiciones favorables para la roya, de temperaturas templadas (entre 16 a 23 ºC) y las pocas lluvias”.
“No hay que dejar afuera la precaución de revisar los lotes para evitar que la enfermedad ataque rápidamente a los lotes. Para evitar eso, nosotros hacemos aplicaciones previas a la floración y esto nos dio como resultado un beneficio de entre 6 y 8 quintales en la campaña pasada”, asegura Aimar en un informe realizado por la firma Basf.
Desde Río Cuarto, Claudio Oddino, técnico asesor del laboratorio Oro Verde Servicios, afirmó que en el sur cordobés, en la presente campaña de menores precipitaciones, la roya de maíz es la enfermedad de mayor prevalencia en el cultivo.
“En los lotes donde se ha llegado al umbral de control, hemos recomendado a los productores de la zona la aplicación de fungicidas de primera línea, que permiten un buen control de la enfermedad cuando los mismos se realizan en el momento adecuado”, dijo.
Y resaltó además que “en un cultivo como el maíz, que fija su rendimiento en un período muy corto de tiempo, es notable la respuesta económica que se obtiene con una aplicación adecuada”.

