La Argentina mueve 250 M de dólares al año con el cultivo y la industria de maní, según datos de la Cámara Argentina del Maní (CAM), 50 M de dólares más que la vitivinicultura. Se hacen en promedio 250.000 hectáreas en donde trabajan 10.000 personas. Es una economía regional, pero de la que Córdoba detenta más del 90%.
“La siembra mundial es de 21 M de ha, con India (8 M) y China (6 M) en los primeros lugares; no obstante, nuestro país, por capacidad de sus técnicos y tecnología aplicada avanza varios lugares si se tiene en cuenta la productividad”, aseguró la gerenta de la CAM, Beatriz Ackermann en el 2° Circuito del Maní realizado en General Deheza (Córdoba).
Sin embargo, la Sagpya estimó una caída de 23% en el área sembrada para la campaña 2005/06 que comenzará a cosecharse en abril con 162.000 ha. El amilanamiento de los productores maniceros -según ellos mismos- ha sido la caída de los precios por la superproducción de la campaña pasada con rindes de 40 qq/ha (el promedio de los últimos años es de 25 qq/ha).
“El costo de producción es muy alto ($1.800), porque es un cultivo que hay que cuidarlo mucho, y con rindes de 25 qq/ha se pueden sacar 2.500 pesos; pero la posibilidad de error es nula y se puede perder todo”, contó a Infocampo uno de los productores asistentes a la jornada organizada por el Centro de Ingenieros Agrónomos de General Cabrera.
Según datos, el Proyecto Eficiencia de Cosecha y Poscosecha de Granos, liderado por Mario Bragachini, en promedio la Argentina pierde 400 kg/ha entre las operaciones de arrancado y cosecha. “El potencial de la tecnología disponible está capacitada para reducir esas pérdidas en un 50%; sólo hace falta aumentar los recaudos”, explicó el ingeniero del Inta Manfredi.
