Las exportaciones de harina de trigo y de semillas en contraestación quedaron paralizadas después del anuncio del Gobierno respecto a la liquidez de divisas por parte de los exportadores en un plazo de quince días. Quedan exentos de la medida todos aquellas compañías que exportaran menos de u$s 2 millones al año.
“No hay nuevas operaciones de venta para la exportación. Están todas suspendidas”, expresó a La Nación el representante de uno de los más importantes molinos harineros.
También manifestó que las empresas perciben el cobro de la mercadería en un plazo que va de los 30 a los 90 días, por lo que la medida del Gobierno hace peligrar la permanencia de los clientes.
Respecto a las semillas, el mercado de contraestación argentino corre el riesgo de verse superado por sus competidores en el exterior, dado que los parámetros de calidad y pruebas pedidas por el comprador llevan no menos de 30 días, lo que hace imposible cumplir con la norma gubernamental.