La Municipalidad de Necochea lleva adelante negociaciones para impedir el agravamiento del conflicto entre trabajadores nucleados en la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y estibadores (Uatre) y la fábrica de Cargill de Quequén, que podría derivar en el cierre definitivo de la planta.
Fuentes cercanas al intendente Daniel Molina informaron a Infocampo que la comuna local lleva adelante gestiones para la pronta solución de este inconveniente.
Precisamente ayer miércoles el intendente se reunió con autoridades de los ministerios de Trabajo, tanto nacional como provincial, y representantes de Uatre, para abordar las posibles soluciones al conflicto.
Como resultado de esas gestiones ambas partes se reunirán durante la semana próxima. Por el momento los trabajores aceptaron levantar el bloqueo que mantenían en la fábrica necochense.
El conflicto se inició semanas atrás, cuando los trabajadores bloquearon el ingreso a la planta, motivo por el cual la firma anunció a los contratistas que no se presenten a realizar tareas. Los trabajadores reclaman que para la descarga del grano se contrate, tal como se hacía anteriormente, a trabajadores desocupados de la bolsa de trabajo que existe en la ciudad (Usina Popular Cooperativa).
Actualmente, de la fábrica de Cargill dependen directamente más de 300 familias que se quedarían sin su principal fuente de ingresos, los cuales, por medio del efecto “derrame”, generan una importante fuente de ingresos para Necochea.
El secretario general de Uatre de Necochea y delegado provincial, Mario Lastra, dijo que el problema con Cargill surge de una negociación que se viene manteniendo desde hace un año y medio con la firma para que se contrate personal de la bolsa de trabajo de Necochea para la descarga de cereal (en lugar de utilizar a los empleados directos para esa tarea).
‘Nosotros reclamamos que se cumpla le legislación laboral, no podemos dejar que esta multinacional haga lo que quiera’, remarcó el gremialista.
Por otro lado, Lastra rechazó que el conflicto entre las partes hayan sido las causales de la clausura de la empresa en Necochea y aseguró que “lo tenía pensado hace mucho tiempo y debemos estar preocupados con los trabajadores que están suspendidos a partir de hoy”, al tiempo que aseguró que Cargill desvió ya dos barcos a Bahía Blanca porque ya están concentrando operaciones en ese destino.
Mientras tanto, hasta que se llegue a una solución definitiva, los trabajadores decidieron levantar los bloqueos y permitir el acceso de camiones a la planta que elabora subproductos para el mercado interno y de exportación.
