Cuando todo parecía retomar su actividad normal en el interior del país, un sector de la policía salteña inició este miércoles al mediodía un paro de actividades en reclamo de mejoras salariales y no presta servicios.
Algunas comisarías funcionan con normalidad, en varias atienden solamente los aspirantes y en otras los uniformados ocupan sus puestos pero directamente no trabajan. La protesta reinstaló la tensión y las autoridades monitorean de cerca la situación.
Un grupo de policías que están de descanso y algunos retirados, junto a sus familiares, marcharon por la ciudad y se concentraron frente al Centro Policial para esperar una propuesta de las autoridades. Los medios locales aseguran que están desarmados.
En una breve conferencia de prensa, el gobernador Juan Manuel Urtubey anunció una “compensación del 25%” en el pago de las horas extra, que junto a la suba salarial del 25% prevista para el año próximo, “llevará a 6516 pesos el ingreso que cobran los policías a partir de su ingreso sin contar ninguno de los adicionales”.
Además, el gobernador informó que el aumento del 25% previsto para 2014 para toda la administración pública se cobrará entero en mayo (la primera cuota será en febrero) y no en octubre, como se había acordado con los empleados estatales. Ese beneficio incluye tanto a la policía, como a médicos o trabajadores de la Provincia.
Sin embargo, la oferta fue rechazada por los uniformados, que retomaron la marcha hacia la jefatura de Seguridad. Exigen un sueldo inicial de 8.500 pesos. Conocida la propuesta, se sumaron otros sectores de la Policía a la protesta, como personal de la Brigada, del Servicio Penitenciario y del 911.
“Con el aumento seguimos siendo la Policía peor paga de todo el país”, dijo Oscar, un sargento en actividad de una comisaría del centro, según registra el diario El Tribuno. “No podemos vivir con esta plata. No le busquen la vuelta porque no hay otro problema”.
Según publicó Infobae, Urtubey explicó que la oferta salarial se trata de “un gran esfuerzo” del Gobierno, que demandará un gasto extra de 450 millones de pesos que no están previstos en el presupuesto, por lo que elevará algunos tributos provinciales. “Vamos a mandar un proyecto a la legislatura para subir los impuestos a la intermediación financiera y a las actividades económicas”, precisó.
El gobernador también buscó llevar tranquilidad a la población. “Protestó una pequeña cantidad de efectivos, la mayoría de ellos exonerados o retirados. Igualmente, se está fortaleciendo preventivamente la presencia de Gendarmería”, aclaró.
