Primero fueron las bajas temperaturas que se registraron en setiembre y octubre pasados y, después, las lluvias, las que demoraron el trabajo de los obreros en los campos en la tarea de cosecha de fruta fresca.
La calidad del arándano que se obtiene -que en su totalidad se dedica a la exportación hacia la Unión Europea y los Estados Unidos-, es bastante buena, teniendo en cuenta los ataques que sufrió de las enfermedades, además del frío y de la lluvia. Esta situación de atraso en la campaña de recolección también afectó a los productores de Chile, por lo que el mercado internacional mantuvo firme su demanda a pesar de que no se pudo ofrecer la cantidad de fruta necesaria. “La actividad se desarrolla con tranquilidad. Este año estamos un poco mejor que en 2004”, consignó brevemente un productor de arándanos que hace sus primeras armas en una actividad que está en crecimiento.
Justamente, consideró que este año se sembraron muchas plantas nuevas, en campos que antes se dedicaban a otras actividades. “Este año tenemos unas 200 hectáreas sembradas con arándanos. En el 80% de esa superficie se está extrayendo la primera producción”, señaló. En cuanto a las variedades implantadas en Tucumán en esta campaña, el ingeniero agrónomo Héctor Jaldo, especialista de la sección Horticultura de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de Tucumán, recomendó tener cuidado a la hora de elegir las variedades a implantar, “ya que el futuro exigirá utilizar plantas que produzcan fruta de buen sabor, firmeza y calibre con una excelente calidad de poscosecha”.
Daniel Vaca
Corresponsal de Infocampo en Tucumán
