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Los exportadores avanzaron sobre el mercado de alquileres agrícolas para asegurarse originación de mercadería

En la Cuenca del Salado algunas grandes empresas del sector agropecuario este año perdieron campos en manos de las traders. Buscan tener disponibilidad de oferta para hacerle frente al poder comercial obtenido por los productores con el silobolsa.

En la Cuenca del Salado algunas grandes empresas del sector agropecuario este año perdieron campos en manos de las traders. Buscan tener disponibilidad de oferta para hacerle frente al poder comercial obtenido por los productores con el silobolsa.
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Por Infocampo

En los últimos meses las principales compañías exportadoras de granos y derivados comenzaron a alquilar campos a precios más elevados que el promedio usual del mercado (especialmente en aquellas regiones con un buen perfil de humedad).

El fenómeno se observa principalmente en varias de las localidades ubicadas en la Cuenca del Salado, donde por campos agrícolas bien manejados se pagaron valores de entre 13 y 16 qq/ha (se trata, en términos relativos, de precios superiores a los negociados en la zona núcleo pampeana).

Por ejemplo: en campos con buena aptitud agrícola se cerraron alquileres en un rango de 13 a 14 qq/ha de soja en la zona de Lobos; de 14 a 15 qq/ha en 25 de Mayo; de 13 a 15 qq/ha en Las Flores (7 a 11 qq/ha en los campos de alto a medio riesgo agrícola); y de 14 a 16 qq/ha en Gral. Belgrano (10 a 11 qq/ha en campos regulares).

El tema es que, según pudo averiguar Infocampo.com.ar con diversas fuentes del sector, la jugada de las empresas exportadoras está orientada a asegurarse mercadería por medio de la producción propia de granos en campos arrendados.

Si bien la participación del sector exportador en el mercado de alquileres agrícolas no es un fenómeno nuevo, sí lo es el hecho del crecimiento notable registrado este año de la mano del pago de alquileres elevados (factor que hizo que algunos productores se tentaran y decidieran abandonar la producción para pasar a ser rentistas).  

Algunas grandes empresas del sector agropecuario ‘como El Tejar, Los Grobo y Adecoagro, entre otras’ este año perdieron campos en la Cuenca del Salado a causa de mejores ofertas realizadas por compañías exportadoras o grupos de siembras ligados a ellas.

El fenómeno ‘si bien está muy lejos de ser masivo’ comenzó a ser evaluando con cierta preocupación tanto en grandes como pequeñas empresas agrícolas de la región, dado que en un proceso de ‘integración hacia atrás’ los traders, al tener el control del resto de la cadena de valor (industrialización y exportación), pueden darse el ‘lujo’ de perder dinero en el sector primario.

Entre los principales grupos que este año avanzaron con más ímpetu sobre el mercado de arrendamientos agrícolas se encuentran Dreyfus (a través de su controlada Calyx Agro), Nidera y Molinos Río de la Plata, entre otras.

A comienzos de 2010, cuando estimaciones privadas todavía hablaban de una cosecha argentina de soja 2009/10 del orden de 52 millones de toneladas, las principales compañías exportadoras y de la industria oleaginosa ya sabían que el número final iba a estar cercano a los 55 millones de toneladas.

De esta manera, los originadores de mercadería de las traders y la industria aceitera previeron que, ante un volumen enorme de oferta, podían sentarse a esperar que las partidas de soja llegasen sin mayores inconvenientes. Pero se equivocaron: la mayor parte de los productores, gracias al uso masivo del silobolsa, retuvieron mercadería para jugarle una pulseada de igual a igual a la demanda. Y ganaron: los precios ofrecidos por la soja disponible tuvieron que aumentar semana tras semana ‘muchas veces incluso a contramano de los valores de referencia internacionales’ para que las compañías pudiesen originar mercadería y cumplir con los compromisos externos asumidos (el factor tiempo en este caso es innegociable). El hecho de que una oferta ultra-atomizada le ganara una pulseada a una demanda muy concentrada no estaba en los cálculos de nadie. Pero ocurrió.

Por tal motivo, tal como ocurre en el caso del maní ‘donde los principales productores del cultivo son las propias empresas industriales para asegurarse la originación del insumo’, muchas grandes compañías oleaginosas y traders salieron a buscar campos de manera agresiva para asegurarse la provisión de granos en caso de que aparezcan nuevas pulseadas comerciales en el ciclo 2010/11.

Las fuentes consultadas señalaron que el posicionamiento más agresivo en el mercado de tierras se hizo para evitar que el ‘efecto silobolsa’ les impidiera acceder a la producción de granos en tiempo y forma, dado que los ‘tiempos muertos’ de la industria en el segundo trimestre de 2010 generaron importantes pérdidas operativas y financieras al tener que procesar mucho menos mercadería que la programada.

Javier Lanari

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