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Los fracasos del modelo

La carne, el trigo y el petróleo son tres productos cultural y económicamente paradigmáticos en nuestro país.

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Por Infocampo

En el debate de la expropiación de YPF es central observar que es la política energética llevada a cabo por el gobierno la que desemboca naturalmente en éste cumulo de desaciertos que vemos hoy: expropiación de hecho antes de sancionarse la Ley correspondiente, incertidumbre de la valuación, salto al vacío sobre inversiones a realizar, etc. etc. La política energética, con sus características particulares, no puede desvincularse de una visión general de la economía que bajo el eufemismo de “Modelo” ya ha demostrado su fracaso en muchos otros ámbitos de la economía como transporte público y producción de yerba mate, para citar dos temas que comparten actualidad con el tema petrolero.

La Carne, el Trigo y el Petróleo son tres productos cultural y económicamente paradigmáticos en nuestro país. Si bien existen países desarrollados que no se autoabastecen de uno, dos o tres de estos bienes la teórica sobreabundancia de los mismos en nuestro país funcionó culturalmente como un reaseguro psicológico de que “estamos condenados al éxito”.

Sin embargo en los tres casos se demuestra que la producción de éstos, y cualquier otro tipo de bienes y servicios, puede ser jaqueada por las malas políticas públicas más allá de las ventajas comparativas. La intervención arbitraria de los mercados, limitando la exportación para vivir con lo nuestro nos viene dejando sin lo nuestro y solo ha logrado reducir el abastecimiento, las exportaciones y el rebote de precios al consumidor.

Desde fines de 2005 comenzaron a sucederse medidas sobre los mercados de carnes que incluyeron prohibición y cupos de exportaciones, precios sugeridos, creación de los ROE y encajes, entre otras. En el corto plazo se logró “congelar” transitoriamente los precios en el mostrador.

Sin embargo la realidad se impuso, sequía de por medio, el rodeo argentino está hoy en las existencias que había a fines de los ’60 y la carne para el consumidor a los precios de Mercosur. En lo que va del siglo XXI la ganadería argentina tuvo su peor performance histórica:  bajó la producción un 15%, el consumo bajó un 11% y hemos salido de la lista de los 10 principales exportadores habiendo caído un 27% en nuestras exportaciones.

En el mismo período Brasil aumento su producción de carne vacuna en un 38% y sus exportaciones en un 171%. Uruguay aumento sus exportaciones de carne vacuna en un 31% superándonos en volumen en forma estable en los últimos años, y Paraguay también empieza a figurar en las estadísticas con un crecimiento de exportaciones de carnes del 245%.

Los “Eskenazi” de las carnes fueron algunas industrias frigoríficas, en especial la exportación de termoprocesados, que durante varios años se vieron favorecidas por cierres de exportaciones en marzo, fueron emotivamente elogiados por la Presidente en junio 2008, dejados a su suerte hasta las recientes medidas de salvataje y veremos como sigue la historia. También otros privados fueron “sostenidos” por subsidios para mantener la fantasía a flote mientras caía la producción y subía el precio del ternero. Los mismos funcionarios que autorizaban los subsidios se los otorgaban a familiares o a indigentes a cambio de monedas.

El proceso del Trigo difiere poco de lo ocurrido con la Carne. Con el discurso de mantener el precio del kilo de pan en 2$, las restricciones comerciales y la inflación han logrado que el pan suba para el consumidor más del 450% en 5 años, el precio del trigo aumentó menos de la mitad y es muy difícil venderlo. Como con la carne, la superficie sembrada de Trigo ha caído un 30% en lo que va del siglo XXI, la producción un 11%, las exportaciones cayeron un 20% y las proyecciones prevén bajas mayores para la próxima campaña. Mientras tanto que pasaba en Mercosur? Brasil subió su producción de Trigo un 75% desde el año 2000, Uruguay y Paraguay la aumentaron más de un 450% en el mismo período. Hubo también particulares que recibían favoritismos para estirar la ilusión mientras se pudiera. Los molinos recibían subsidios directos, bajas en el precio por las retenciones y, junto con las exportadoras, bajas de precio por el manejo discrecional de las autorizaciones de exportación.

Los hidrocarburos siguen un mismo patrón general. Con la ilusión de mantener bajos los precios y la connivencia del Estado con particulares elegidos a dedo, hemos perdido un 53% de las reservas comprobadas de Gas Natural y un 12% las reservas comprobadas de Petróleo entre 2001 y 2010. Nuestro balance energético neto pasó de ser 30% respecto del balance comercial a ser -36% desde que los amigos del poder fueron invitados a ser parte del negocio.

Carne, Trigo y Petróleo han sido víctimas y ejemplos del fracaso del “Modelo”. Las políticas aplicadas se basan en los mismos modelos mentales: precios artificiales con inflación creciente, desaliento a la inversión y a la producción, aislamiento de los mercados internacionales, particulares favorecidos desde el Estado y estruendoso fracaso cuando la fantasía no puede seguir sosteniéndose.

No queriendo reconocer la propia incapacidad y el fracaso del “Modelo”, el Gobierno recurre a chivos expiatorios para tratar de sostener el “Relato”. Son las crisis internacionales o los ex amigos prebendarios según el caso. Para la producción agropecuaria, se ha instalado la fantasía de que es la soja la que no permite la expansión de otras producciones. Ya hemos visto como Brasil, Uruguay y Paraguay han crecido a tasas exponenciales en su producción y exportación de Carne y Trigo. Esos mismos países han aumentado también su producción de soja en 80% para el caso de Brasil, 43% en Paraguay y 6.000% (60 veces más!) en Uruguay. Son las políticas equivocadas, no la soja ni la sequía compartidas con Mercosur, el origen de nuestra decadencia en Carnes y Trigo.

Carne, Trigo y Petróleo. Tres productos paradigmáticos de la potencialidad de nuestro país. Tres productos debatiéndose en sus limitaciones para abastecer el mercado interno cuando podemos, con políticas razonables, ser referentes de estos bienes en el mundo globalizado y demandante del siglo XXI.

 

Guillermo Bernaudo, Coordinador del Equipo Técnico Agropecuario Unión por Todos.

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