Parece que todas las variables del mercado internacional y nacional se ordenaron en favor del maíz.
Durante la charla “Maíz de segunda, una nueva oportunidad para pensar en maíz”, Pablo Ogallar, director de Márketing y Estrategia de Monsanto, detalló por qué el cereal es herramienta interesante desde lo económico y lo productivo.
Uno de los datos fuertes que aportó Ogallar se relacionó con la superficie estimada de maíz para esta campaña. Un estudio de la compañía, en el que asociaron la variación del área sembrada en función del precio pizarra del cereal, mostró que cuando el precio del grano alcanza u$s140-150/t, la superficie con maíz puede superar las 4 Mha.
“Con la estabilidad del cereal y su amplia ventana de siembra, sembrar de segunda detrás de trigo o de cebada es una opción firme para reemplazar a la soja”, destacó. “Pretendemos que cuando el productor piense en trigo, no piense sólo en soja de segunda”, subrayó.
La superficie de granos finos suma, aproximadamente, unas 4,8 Mha y de esas sólo 2,8 Mha pasan a soja de segunda, con lo cual quedan 2 M con potencial para este tipo de siembras tardías.
Entre las recomendaciones técnicas para planificar maíz de segunda, Ogallar subrayó, como primera medida, sembrar con buena disponibilidad hídrica.
“Es importantísimo esperar las recargas”. Esta es otra de las ventajas que ofrece este cultivo estable: “Podemos retrasar la implantación sin grandes pérdidas de rendimiento, mucho menores que las caídas en la soja”, aclaró.
En referencia a la elección de materiales, densidad y manejo de la fertilización, dijo: “Es recomendable elegir híbridos de máxima tecnología y de buen perfil sanitario para enfrentar las enfermedades dadas por la combinación de fechas de siembra; asimismo no recaer sobre ciclos muy largos es favorable, ya que disminuyen los riesgos al llenado por efecto de las heladas tempranas; por otra parte, se puede ajustar la fertilización en función de predicciones climáticas más precisas”.
Otro de los aspectos agronómicos que destaca el maíz, es el plus de rendimiento que genera sobre la soja sembrada detrás: “La soja de primera sobre rastrojo de maíz tiene un aumento de los rindes de 16%”.
En materia de índices y márgenes, también el maíz aventaja a la soja de segunda.
En el primer caso, los índices argentinos soja/maíz son más favorables al cereal que el norteamericano: 1,8/1 vs 2/1.
Frente a dos escenarios, con una soja de segunda de 35 qq contra un maíz de 75 qq, la rentabilidad es favorable a trigo/maíz en 45%.
Teniendo en cuenta que nos encontramos a sólo días de la entrada al mercado del mayor volumen de maíz norteamericano, y el precio no cae, el directivo analizó los causales de esta alza en el precio.
“Según las estimaciones, la cosecha norteamericana bajará en promedio unas 2.000 kg/ha; hay una demanda creciente de maíz para la producción de carne y etanol y China, esta campaña, importará por primera vez maíz”. Y continúo: “Además hay aspectos coyunturales, como la sequía en Rusia y también el anuncio de la reducción de la superficie sembrada con maíz temprano del 10% en Brasil”.
Entonces, Ogallar se preguntó: “”¿Quién cubrirá la demanda sostenida del mercado mundial?”. Este interrogante le dio paso a explicar por qué la Argentina es uno de esos candidatos.
El escenario interno, a contramano del externo muestra la recomposición de los estados financieros de las empresas, la memoria reciente de una gran campaña 2009/10 y los avances tecnológicos del cultivo que le otorgan más estabilidad.
Según el directivo , el único riesgo que se presenta es el pronóstico de Niña, aunque las recargas actuales aseguran una buena emergencia en todas las zonas maiceras.
Nota publicada en la edición de hoy del Semanario Infocampo
