En la campaña 2010/11 el área argentina de maíz podría incrementarse en al menos un 35% (versus la superficie sembrada en 2009/10) si los valores futuros del maíz nuevo no tuviesen un precio “recortado” por efecto de la intervención oficial.
Así lo indica una proyección realizada por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) sobre la base del cálculo del resultado por producción (margen bruto menos gastos de estructura) efectuado en 17 regiones productivas CREA.
El informe de Maizar indica que en la mayor parte de las zonas analizadas la proyección del resultado por producción del maíz 2010/11 supera al de la soja al realizar el cálculo con el precio FAS teórico del cereal (las zonas donde a soja es mucho más competitiva que el maíz son la semiárida, este de Buenos Aires y Chaco-Santiagueño).
“Sin embargo, el cierre de las exportaciones y la intervención de los mercados generan un descuento de alrededor de 25 dólares por tonelada en el precio del maíz (2010/11), disminuyendo su resultado económico. Por lo tanto, si se toma el precio que hoy recibe efectivamente el productor por el maíz, el resultado por producción del cereal supera al de la soja en tan sólo seis de las regiones analizadas”, apunta el informe de Maizar (las zonas en cuestión son sur, centro y norte de Santa Fe; Litoral Sur, Mar y Sierras y Sudeste de Buenos Aires).
“La apertura de las exportaciones así como el normal funcionamiento de los mercados permitiría la expansión del cultivo y la de sus actividades conexas, como la producción de carne, leche, huevos, pollo, o las moliendas húmeda y seca”, expresó Maizar (entidad que nuclea a toda la cadena de valor del maíz).
“La demanda internacional del cereal se encuentra firme. China, un país que exportaba maíz, ha comenzado a importarlo, y la relación stock/consumo del mayor productor del cereal, EE.UU., es hoy del 10%, una de las más baja en décadas”, añadió.
“La Argentina podría aprovechar estas oportunidades respondiendo a este particular contexto internacional con un aumento sustancial del área sembrada y su consiguiente suba en la inversión directa. De contar con la confianza necesaria, podríamos estar frente a una gran cosecha de maíz. “¿Vamos a dejar pasar esta oportunidad para el país? La oportunidad es hoy: el productor necesita una señal inmediata; los tiempos biológicos así lo demandan. De lo contrario, una vez más, veremos como otros países competidores se benefician de nuestros desaciertos”, finalizó.
