En otra semana en la que no se llegó a un acuerdo concreto entre el campo y el Gobierno, el consultor Manuel Mora y Araujo explicó a Infocampo que “el Gobierno debe buscar la forma de conciliar con el campo porque éste despertó simpatías en la sociedad, y, si no se resuelve el problema, la presidenta Cristina Kirchner pagará un precio y su imagen seguirá debilitándose”.
El primer interrogante que se plantea ante esa situación es conocer cuál sería la salida más ordenada para que no se repita la protesta rural. Al respecto, Mora y Araujo es categórico: “En primer lugar, el campo tiene que llevar propuestas y comprometerse; al mismo tiempo, el Gobierno también debería presentar propuestas, que hoy no tiene, ya que todos los días está cambiando las cartas y lo único que está haciendo es tratando de ganar tiempo”.
Una de las figuras fundamentales y que convirtieron a esta protesta rural en un hecho único fue la presencia de las asambleas rurales y los autoconvocados en las provincias. Según Mora y Araujo este fenómeno es parte del “sentir argentino que cree que si no sale a la calle no hay otra manera de hacerse oír”.
El sociólogo detalla además que a partir de esto surgen liderazgos que quizás deriven en una futura organización política que representaría al campo.
Respecto de este último punto, Mora y Araujo es una de las voces que afirma que el campo hoy no está representado en el Parlamento. “Si hoy hubiera más diputados provenientes del sector agropecuario, que conozcan y defiendan estos intereses, esta protesta se hubiera canalizado de una manera más institucional y ordenada”, sostuvo.
La actitud del Gobierno de frente a su política agropecuaria y la imagen de la presidenta Cristina Kirchner se llevan un capítulo aparte para Mora y Araujo: “El apoyo de las clases bajas no lo perdió, pero su relación con la clase media y los posibles votos del sector rural entraron en un desgaste que no la favorece para nada”.
En el mismo orden, el consultor explica que el apoyo de la ciudad al campo en medio del paro agropecuario “fue una respuesta de la clase media de las ciudades, una especie de desahogo porque ya estaba enojada con el Gobierno y quizás esta fue la gota que rebasó el vaso”.
El 2 de mayo está cada vez más próximo, y distintos sectores del campo ya hablan de una nueva propuesta rural. Ante este panorama, Mora y Araujo opina: “Tengo dudas de que vuelvan con los cortes de rutas totales porque eso debilitaría la imagen del campo ante la sociedad en general, así que deben buscar otra manera de protesta”.
