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Más proteínas con moha y soja

La inclusión de la soja en un verdeo de moha funciona como complemento para mejorar la calidad de forraje. Compensa a la alfalfa, es rápido y barato. Casi 9.000 kg/ha de materia seca para tambo o engorde vacuno.

La inclusión de la soja en un verdeo de moha funciona como complemento para mejorar la calidad de forraje. Compensa a la alfalfa, es rápido y barato. Casi 9.000 kg/ha de materia seca para tambo o engorde vacuno.
infocampo

El corrimiento de la ganadería hacia nuevas zonas productivas ha comportado nuevas formas de alimentación para que el rodeo llegue al peso buscado. La clave está en determinar cómo lograr que se incorpore energía y proteínas en justa medida. En este camino, el departamento de forrajeras del Inta liderado por Pedro Rimieri a partir de un convenio con la empresa Cereagro (de la localidad de Junín, Buenos Aires) y con un trabajo focalizado en la moha ha incorporado a la soja como forma de aumentar el contenido proteico del verdeo.

La moha es una gramínea anual de ciclo muy corto (la forrajera de verano de más rápido crecimiento) que se utiliza en sistemas de producción de leche y de carne porque permite contar con un pastoreo en un período muy breve, con buena aceptabilidad en la hacienda.

Logra muy buena producción de forraje verde en los meses de mayor insolación, permitiendo además su utilización como recurso forrajero invernal a través de la henificación.

El bajo costo de implantación, las mínimas exigencias de mantenimiento, el buen comportamiento en la sequía, la rusticidad y la precocidad hacen que este cultivo sea indicado para los planes de rotación o de intercultivos cortos entre octubre y principios del verano.

En algunos sistemas de producción intensiva, como el lechero, necesitan más proteína para la dieta, que en gran parte son aportadas por pasturas en base a alfalfa, leguminosas en general y gramíneas en estado vegetativo. El otro aporte de proteínas se hace mediante la utilización de suplementos y concentrados. “Para disminuir el uso de los concentrados cuenta Rimieri a Infocampo- en verdeos como la moha se puede mejorar el contenido proteico de la pastura con la intersiembra de soja, una opción interesante en zonas que presentan limitaciones edáficas o climáticas para la correcta implantación de alfalfa o donde ésta se ha perdido por exceso de precipitaciones. Tambien en todos los sistemas que necesitan mejorar el contenido proteico del verdeo.”

El ensayo. En la EEA Inta Pergamino se intersembró moha a una soja implantada a 52 cm para lograr tallos finos y de mayor calidad en ambas especies. En el verdeo se usa la variedad carapé Inta, Sembrada a fines de octubre, y durante noviembre, cuando no hace tanto frío. En soja se usan variedades grupo VIII (conocidas como “sojas forrajeras”), ya que serían las más indicadas para tener más forraje y por más tiempo. Además, la que puede lograr un crecimiento parejo con la moha.

La soja hace un aporte interesante con sus hojas, que son las que aportan la mayor calidad. Con la soja avanzada, los animales se comen todo el canopeo y si la soja ya tiene chauchas también se las comen.

La soja se siembra a fines de octubre y principios de noviembre. Se puede hacer un primer pastoreo a los 45 días y un segundo pastoreo escalonado, que comienza pasados los 70 días y hasta los 90.

En la parcelas experimentales se realizaron dos cortes. El primero a los 40 días a una altura de 20 cm, para simular el efecto de un pastoreo con intensidad moderada, y el segundo a los 100 días, evaluándose el contenido de proteína bruta. El resultado marcó un 16,2% en el primer corte y un 13,6% en el segundo. En tanto, la producción de materia seca alcanzó 3.480 kg/ha (donde la moha aportó 70% de materia seca y la soja 30%) y 5.250 kg/ha (58 y 42%), respectivamente, con un total de 8.730 kg/ha.

Con respecto a la calidad de la mezcla, Rimieri confiesa que “según los análisis se registraron altos valores de digestibilidad in vitro, de alrededor de 68%”.

Una de maíz y avena. En la zona de Laboulaye, Córdoba, se han hecho siembras en franjas de avena con maíz cuando el cereal está terminando su ciclo. Se busca pastorear la avena junto a franjas de maíz.

Francisco Iguerabide, Sobre lotes de maíz de primera ocupación, que están en madurez fisiológica, se siembra avena con avión. Al momento de la cosecha se levanta el 80% del maíz y se deja, quedando el 20% restante en pie en el lote.

Estos lotes son aptos para ser pastoreados por novillos de recría, logrando un excelente balance de energía y proteína. Unos 50 días luego de cosechado el maíz se hace un pastoreo diario de parcelas arregladas con boyero eléctrico.

Juan I. Martínez Dodda

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