Su intensa acción gremial durante el famoso corte de ruta de Armstrong (Santa Fe) en aquellos días de 2008, cuando se desató el conflicto entre la dirigencia agropecuaria y el Gobierno Nacional por la Resolución 125, le permitió a Omar Príncipe su desembarco como dirigente agropecuario nacional.
Fue un largo camino de más de 25 años de trabajo desde las bases.
Hoy, Príncipe es el secretario gremial de la Federación Agraria Argentina (FAA) y, desde su puesto, analiza junto a Infocampo la situación del sector agropecuario, y el rol de sus representantes.
-¿Cómo está la situación con respecto al tema de los desalojos?
-El problema de los desalojos de los campesinos se está profundizado y generalizado desde los últimos años. Los pequeños productores son los más desamparados.
Por ello, la FAA está impulsando proyectos de colonización y expropiación en distintas provincias. Los desalojos son un problema en casi todo el país.
– ¿Cómo evalúa el trabajo que, en el Congreso, se está desarrollando para regular el uso y la tenencia de la tierra?
– Estamos esperando que avance el proyecto de ley para frenar la extranjerización. Parece que hay consenso. También se está avanzando en el tema de arrendamientos. Sin embargo, los desalojos siguen siendo una cuenta pendiente. Para la FAA, la solución pasa por crear el Instituto Nacional de Tierras.
-¿Cuál es la situación hoy en Santa Fe?
-Estamos esperando que Diputados trate el proyecto de expropiación de 250.000 hectáreas, de la firma Los Algodonales, a manos de los campesinos. Esta propuesta ya tiene media sanción en el Senado santafesino.
– En este tema, pareciera que la FAA juega más como socio del Gobierno, que del resto de las entidades.
-El reclamo por el uso y la tenencia de la tierra es uno de nuestros objetivos fundacionales. Esto va más allá del gobierno de turno. Con respecto a las entidades, seguro que esto profundizará las diferencias con CRA y SRA, que no tendremos su apoyo, pero es una lucha de la FAA que se inició mucho antes que la constitución de Mesa de Enlace.
-¿Cómo perciben las bases la cercanía de la entidad con funcionarios nacionales?
-Las bases apoyan nuestra gestión, nos alientan para que sigamos por el mismo camino. Eso quedó demostrado en el útlimo Congreso Anual de nuestra federación que se llevó a cabo en septiembre. Los afiliados están conformes con lo que la FAA está haciendo en su beneficio. El socio, en este sentido, valora más la propuesta que la protesta.
-¿Qué importancia tiene, entonces, para la FAA la Mesa de Enlace?
-Nuestra entidad no está jugando a romper con la Mesa de Enlace. Como dice Eduardo (Buzzi) se está haciendo difícil tener proyectos comunes a las cuatro entidades pero, aun así, debemos profundizar el trabajo en los puntos en que estamos de acuerdo. Después, cada entidad tiene que seguir impulsando sus iniciativas particulares.
-¿Cómo están las finanzas de la FAA?
-Somos una entidad de pequeños productores. Dejar de administrar las cartas de porte fue un golpe duro para las finanzas de nuestra entidad pero estamos bien. Cuidamos al máximo los gastos. La situación está equilibrada hoy, aunque quisiéramos estar más holgados.
-¿Lo desilusionó la falta de aportes de los productores al Fondo Federal Agropecuario?
-Sí, falta de parte de los productores un compromiso para hacer fuerte a las entidades. Mas allá que la Mesa de Enlace no muestre hoy toda la unidad que quisieran los productores, necesitamos de su compromiso porque es fundamental para reforzar el gremialismo agropecuario. El número de aportantes a las entidades es, en este sentido, muy bajo.
-¿Cómo evalúa la gestión de los agrodiputados, a casi un año de su asunción?
– Como dato positivo, el campo nunca había estado en la agenda política pero, a partir de la llegada de estos diputados, empezamos a contar con varios proyectos de ley vinculados a la producción primaria. La deuda pendiente es que avancen esas iniciativas. Este es el caso, por ejemplo, de las retenciones. Muchos partidos políticos prometieron que se avanzaría en ese tema pero en todo 2010 no se logró ninguna modificación. La oposición suma más que el oficialismo, pero no logra unificar su discurso.
-En algunos proyectos tampoco hubo consenso entre los agrodiputados, como por ejemplo en el tema Oncca.
-Eso está relacionado con que los diputados defienden cada proyecto tomando como base la concepción que asimilaron en su desempeño como dirigentes de las distintas entidades.
-¿Sigue el diálogo con el Gobierno nacional?
-Los contactos siguen porque existen cuestiones puntuales que necesitamos solucionarlas en forma urgente como las deudas de productores. No es una solución definitiva, pero sí coyuntural.
Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo

