La filial Coronel Pringles de la Federación Agraria Argentina (FAA) es, desde hace unas semanas, el centro de la discusión sobre la conveniencia o no de mantener una buena sintonía de trabajo con el Gobierno nacional. Hay detractores pero también productores de acuerdo.
El debate gremialista estalló casi en simultáneo al acto oficial donde la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, anunció desde Carhué la puesta en marcha del fondo rotatorio para la siembra fina para la campaña 2010/11. En ese lugar, apoyando la medida, estuvo el presidente de dicha entidad, Pablo Cornago.
El programa de asistencia apunta a los pequeños y medianos productores que hoy se encuentran fuera del sistema bancario, a fin de que puedan acceder a un financiamiento para poder afrontar los costos de la siembra fina, en cuanto a gasoil y semillas, según se explicó oficialmente.
Una herramienta elaborada en conjunto por técnicos del Ministerio de Agricultura nacional y un grupo de productores del Sudoeste bonaerense, con Cornago a la cabeza.
Esa buena sintonía significó para la filial pringlense el alejamiento de al menos seis afiliados. “Hay productores que se fueron, no estamos de acuerdo pero respetamos su postura”, destacó Cornago en diálogo con Infocampo, “lo que no se dijo es que, en estos últimos quince días, otros 46 se sumaron a nuestra entidad”, agregó.
Lo que empezó siendo una discusión por la participación activa de los federados en ese acto de Carhué lleva hoy a analizar de qué manera el gremialismo rural debe relacionarse con la política. Ese es el desafío que Infocampo le propuso a Cornago en esta entrevista.
-¿Por qué participó del acto de Carhué?
-La filial de Coronel Pringles, desde que se inauguró en 2009, siempre trabajó para conseguir medidas en favor de los productores. Incluso así trabajábamos desde nuestro rol de autoconvocados antes de que (Eduardo) Buzzi nos propusiera fundar esta entidad. Sabemos que los fondos rotatorios, incluso el subsidio oficial de $ 2,9 M con que se benefició a los productores de nuestra ciudad, es muy poco, que no alcanza pero, aún así, es una ayuda.
-¿Qué le dijo Buzzi cuando usted le comentó de la invitación de la Presidenta?
-Buzzi consideró que había que participar para mostrar racionalidad y que el campo no es sólo cortar rutas. Que pasemos a la proposición con la idea de encontrar un Norte en común dejando de lado los desencuentros. Las dos partes tienen que ceder un poco.
-¿El Gobierno cedió en este caso?
-El Gobierno hizo una apertura. La presidenta aceptó la propuesta de (ministro de Agricultura, Julián) Domínguez de que yo fuese orador en ese acto. Quiero creer que hay voluntad en serio de solucionar las cosas, aunque por ahí son sólo pinceladas. El Gobierno está buscando otra forma de comunicar las cosas y de relacionarse. Puede que esto esté relacionado con esta etapa preelectoral.
-¿Cómo evalúa la polémica que se desató después?
-Es que la política partidaria se filtró en lo gremial. Eso es malo porque no se puede discernir qué es lo bueno y qué lo malo desde el punto de la representación de nuestros afiliados. Nosotros pensamos a nuestra entidad por fuera de la política partidaria. En la filial hay alrededor de 100 afiliados, muchos de ellos con posturas partidarias distintas. Somos apolíticos y trabajamos para conseguir cosas.
-¿Qué opina de aquellas entidades del agro que mantienen una postura más confrontativa?
-Entiendo su posición pero no la comparto porque nosotros representamos a pequeños y medianos productores que necesitan ayuda, aunque sea pequeña, para sembrar algo. En otras entidades, por ahí, los afiliados son productores más grandes, con una mejor situación económica o de acceso al crédito. Los nuestros necesitan producir para poder vivir. Somos distintos.
-¿Qué análisis hace de los agrodiputados?
-El año pasado teníamos muchas expectativas, pero no se ha trabajado como nosotros queríamos. El oficialismo, muchas veces, no permitió el debate pero, cuando sí lo hizo, la oposición no buscó la solución de los problemas. Hay que legislar para el ahora y no pensar en cómo uno se posiciona para el próximo año.
Repercusiones
El senador bonaerense por el GEN Roberto Molini criticó la decisión de Cornago de participar en el acto de Carhué. “No he tenido conversaciones con Buzzi y no sé si las tendremos en los próximos días, pero creo que con lo ocurrido, estamos perdiendo el rumbo, errando el camino”, disparó Molini.
El legislador dijo que lo ocurrido lo tomó por sorpresa porque Cornago “es un hombre nuevo en la FAA, quien surgió en 2008, intentando primero encontrar un lugar en la Sociedad Rural de Coronel Pringles”.
Molini consideró que incurrió en un hecho “demasiado grave al pretender representar a la FAA sin contar con la legítima representatividad”.
Desde la FAA local, sin embargo, aseguraron que la decisión de que su presidente participara del acto su adoptada por “unanimidad y en positivo”.
“Somos un grupo de trabajo que más allá de representar y luchar por un sector siempre pensamos, obramos en consecuencia y nos gratifica fuertemente los logros que hasta la fecha llegaron a los pequeños y medianos productores”, señalaron los federados pringlenses.
Mariana Leiva
Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo