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¿Por qué atacan las abejas?

Investigadores internacionales descubrieron que existen sustancias químicas en el cerebro de estos insectos que incitan a agredir.

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Por Infocampo

Un grupo de investigadores de Francia y Australia identificaron el mecanismo que subyace a la agresión de las abejas en respuesta a las amenazas. Esto se puede encontrar en el paper publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B donde se describe el estudio de las abejas y sus descubrimientos.

Muchos creemos que cuando se molesta a una abeja vienen todas las de la colmena a atacar. Pero, ¿qué mecanismo neurológico está involucrado en hacer que las otras abejas ataquen?

El equipo comenzó el proyecto sabiendo que las abejas secretan feromonas como medio de comunicación. En base a esto, se demostró que uno de los principales componentes de las feromonas es el acetato de isoamilo

Sospechando que probablemente sirvió como un desencadenante, los investigadores expusieron a las abejas en su laboratorio a la sustancia y luego midieron los químicos del cerebro para ver qué sucedía: lo que observaron fue que las abejas experimentaron un aumento inmediato en los niveles de dopamina y serotonina (una sustancia química producida que transmite señales entre los nervios, funciona como un neurotransmisor).

Como parte del estudio, los cientificos también probaron abejas de cuatro colmenas que desempeñaban diferentes funciones. Las abejas guardianas de dos de las colmenas en particular mostraron un mayor deseo de picar que las otras dos colmenas cuando se alimentaron.

Las dos abejas más agresivas tenían más altos niveles de serotonina en sus cerebros centrales, lo que sugiere que fue el químico responsable de elevar la agresión.

Pruebas adicionales mostraron que la exposición de las abejas al acetato de isoamilo causaba un aumento en la producción de niveles de dopamina y serotonina en el cerebro central, lo que a su vez conducía a un mayor deseo de atacar y picar.

También notaron que los niveles de serotonina eran aún más altos en las partes cerebrales utilizadas para controlar el comportamiento agresivo, como la zona subesofágica y los lóbulos ópticos.

En cuanto a la cantidad de feromonas, mientras más estaban expuestas las abejas, más agresivas se volvían. En base a esto, descubrieron a la vez que la reducción de los niveles de serotonina usando un antídoto causaba una reducción en el comportamiento agresivo.

Los investigadores afirman que han identificado el mecanismo neuronal involucrado en incitar a las abejas a lo largo de una colmena para atacar después de que las abejas guardianas en el exterior identifiquen una amenaza.