El Instituto Nacional de Tecnología Agropeguaria (INTA) y la Secretaría de Ganadería del Ministerio de Agroindustria, presentarán el próximo viernes en la Exposición de la Rural una propuesta de modificación del sistema que se emplea para tipificar las reses y la carnes, que podría aumentar hasta un 40% la producción. “La ganadería argentina enfrenta el desafío de expandir la actividad global y, en ese contexto, aumentar la producción individual es un factor clave para satisfacer la demanda doméstica y estratégico para mejorar la oferta internacional”, indicó el INTA.
La presentación se realizará en el marco de la 9ª Jornada de Actualización en Genética Bovina, el 22 de julio, en la Exposición Rural de Palermo.El objetivo principal es convocar a los diferentes eslabones de la cadena a formar parte del debate, que surge como iniciativa del Foro Argentino de Genética Bovina, del Ministerio de Agroindustria de la Nación y del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
El INTA, entidad que elaboró dicha propuesta junto a la secretaría de ganadería, ve como estratégico implementar métodos de valorización del rendimiento y la calidad para generar argumentos en defensa del producto y de la competitividad y corregir estrategias de manejo o de diseño de planteos ganaderos y procesos de la faena y las posfaenas.El negocio de la carne bovina fue cada vez hacia reses mas chicas como consecuencia de un sistema que califica a los bovinos según el grado de engrasamiento –o cobertura–, la categoría animal –vinculada con la edad y el peso– y la conformación.
“Estamos faenando animales muy pequeños en edad pero, a su vez, de muy bajo peso y pretendiendo vender la calidad a través de una categoría muy joven”, agregó el coordinador del Programa Nacional de Producción Animal del INTA, Aníbal Pordomingo.
En este sentido, presentaran una tipificación que valore el producto por sobre la res que “permitiría ganar hasta 120 kilos más por animal, sin perder calidad”.Los parámetros de la tipificación actual están contextualizados en “en un sistema pastoril, donde la energía está condicionada por la calidad del pasto”, afirmó Pordomingo.
“Podemos producir posiblemente 30 o 40 % más de carne en el país con un sistema que no castigue a animales 100 kilos más pesados en todas las categorías”, añadió.
Distintas voces se suman a la necesidad de modificar la tipificación vigente, con el argumento de que la misma “no premia al ganadero por producir más por animal”.
“Más allá de la tipificación por categorías, que fue muy útil y sigue teniendo aplicación práctica, es necesario, de manera progresiva, ir incorporando aspectos que la industria señale como útiles a la hora de integrar una res”, aseguró el presidente del Foro Argentino de Genética Bovina, Martín García Fernandez.
“Si uno quiere tener algo de mercado externo y abastecer los 50 a 55 kilos de carne por habitante por año, necesita producir más carne por animal nacido”, estimó García Fernandez. Por ese motivo es que “se pierde de generar con el mismo stock, para poder abastecer la demanda interna a futuro –en los próximos cuatro a siete años– la Argentina debería aumentar su producción sustancialmente”.
A este cuadro se suma “que la demanda internacional de carne de calidad se orienta, en general, hacia cortes de mayor tamaño, peso y grado de terminación y homogeneidad, que los producidos en los últimos años, dirigidos hacia un mercado doméstico, acostumbrado a medias reses pequeñas y heterogéneas”, expresó Pordomingo.
