Ya pasó casi un año de la fumigación en el campo cercano a la granja de la familia Mencia que derivó en una denuncia e intervención del gobierno de Chaco por afectación de personas y animales. Sin embargo, los productores aseguran que las crías todavía nacen con malformaciones y que el ganado sufre abortos espontáneos en el predio de Colonias Unidas.
Los dueños de la granja aseguran que ya se perdieron más de la mitad de los animales, por lo que, según consignó el diario Día por Día, esperan la visita del personal de Bromatología del municipio y de técnicos del Senasa para iniciar una nueva etapa de estudios.
“A pesar de que el productor que fumigó admitió haber utilizado glifosato en un encuentro con representantes del Ministerio de Ambiente en octubre de 2016, los análisis de las muestras no buscaron la presencia de esos tóxicos y se hicieron a destiempo, pues se extrajeron semanas después de la fumigación”, explicó Alejandra Gómez, asesora legal de la Red de Salud “Ramón Carrillo”.
En ese sentido, Gómez señaló que “los animales podrían haber ingerido el veneno y eso repercute en sus crías y futuros pariciones. Además, pone en peligro a la familia, que está en contacto permanente con ellos y el medio en el que se desarrolla”.
Asimismo, recordó que el 17 de abril personal de Servicios de Agua y Mantenimiento Empresa del Estado Provincial (Sameep) extrajo muestras del pozo de agua de la familia, pero adelantó que aún no están los resultados.
Por su parte, la familia afectada exigió el cumplimiento de ley 7.032, que señala en el artículo 31 que “en resguardo de la salud, el Ministerio de Planificación y Ambiente, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, tomará los recaudos para contar con la acción directa de los profesionales especializados en cuanto a problemas de salud derivados de accidentes, impericias o uso incorrecto de biocidas”.
