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"La genética Argentina está con los motores encendidos"

Semen y embriones: con aceptación en Sudamérica. El sector apuesta a un 2010 con mayor presencia en los mercados del exterior. La visión de Gonzalo Vidal.

Semen y embriones: con aceptación en Sudamérica. El sector apuesta a un 2010 con mayor presencia en los mercados del exterior. La visión de Gonzalo Vidal.
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Por Infocampo

En un año con un escenario complicado a nivel general, la genética bovina argentina se sostuvo a flote. No debemos olvidar que los animales que disfrutamos hoy son el resultado de programas de desarrollo e inversión, que al menos tienen tres o más años de antigüedad.

De este modo, también es cierto que responden a épocas de tomas de decisiones un poco más tranquilas que las actuales.De todas maneras, el castigo al ánimo y al bolsillo de nuestros cabañeros obligó a muchos de ellos a seleccionar algunas tareas esenciales que debían realizarse todos los años, a efectos de sostener el negocio.

En este contexto, se dejaron algunos ‘lujos’ para próximas ediciones mas alentadoras. Pese a todo, el sector pudo mostrar que su motor era bastante sólido y que estaba en plena marcha aun dentro del escenario que le tocaba vivir.

En consecuencia, se ajustó un poco la producción de reproductores registrados, para que en los próximos años no se viera minimizada en una magnitud igual al desaliento sufrido. Prueba de ello fueron los remates de muchas cabañas, que vendieron ‘casi todo’ o ‘casi al mismo precio del año pasado’.

Estas operaciones se efectuaron con costos más altos y márgenes más acotados, pero que tuvieron a sus usuarios habituales como fieles receptores de sus productos ofrecidos.

El combo especial que significó el embate oficial a la ganadería, sumado a la persistente sequía, fue compartida por una gran mayoría de los productores agropecuarios argentinos, dentro de los cuales también estuvieron incluidos los cabañeros.

Estos últimos vieron incrementar sus gastos en forma más que directamente proporcional frente a sus ingresos, alicaídos por las ventas algo más magras.La posibilidad de la apertura de la genética bovina hacia los mercados del exterior continuó siendo una chance atractiva, en la que hubo que superar los requerimientos de los circuitos sanitarios del país destino, sumado a algún documento exigido por la Oncca.

El semen y los embriones encontraron en América del Sur una buena cantidad de nuevos adeptos/usuarios.De este modo, se abrieron nuevos y atractivos mercados, a los cuales habrá que sostener y ampliar hacia una buena cantidad de nuevos destinos. Esta tarea deberá llevarse en conjunto con el Senasa.

Durante 2009 se comenzaron a revertir los números de la genética bovina argentina, que siempre se inclinaron más hacia una condición neta importadora, por sobre los requerimientos necesarios para despegar como exportadores.En este punto, nuestro potencial está intacto, gracias a la diversidad en la oferta de variabilidad genética, tanto en razas bovinas de carne como lecheras.

Todo el sistema tecnológico aplicado en el sector siguió en plena ebullición: clonación, transplante embrionario, semen sexado, inseminación artificial, tiempo fijo y repaso fueron, entre otras, las herramientas disponibles del cabañero.

Si bien la producción ganadera siempre ha sido más conservadora, este ciclo no se vio privado de ser duramente dirigido, al solo efecto de aportar carne barata.

Para 2010, el panorama viene con algunas inconsistencias, a las que habrá que hacer frente. Una de ellas son los parámetros oficiales que se aplicarán para la regulación de la actividad ganadera. Por otra parte, esperamos que disminuya el tema sequía, que ya dio algunas señales en este fin de año.

En síntesis, la genética bovina argentina está de pie, intacta y con el motor encendido, para abastecer el medio local e internacional que lo requiera. En este punto será de vital importancia que tengamos un buen 2010, que nos brinde una buena bocanada de aire fresco. No tengan dudas, nos hace falta.

Si bien los efectos de la sequía comenzaron a remitir en varias zonas del país, en la actualidad una gran parte del rodeo usuario de genética bovina no se encuentra en condiciones para efectuarle el servicio.Ya sea por venta, muerte, baja física o desplazamiento hacia zonas marginales, se vislumbra que la próxima zafra de terneros será menor que la habitual, con todo lo que ello implica.

En la cuenca del Salado, los vientres aún no han alcanzado su estado óptimo. En Santa Fe, las lluvias fueron dispersas y los servicios vienen con retraso, y las vacas podrían quedar preñadas recién dentro de un mes.Por su parte, en Chaco y Formosa, las preñeces son bajas, al igual que el estado corporal de los vientres.

Ing. Gonzalo Vidal – Especial para Infocampo

(Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo)

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