También fue secretario de Industria, Comercio y Minería en 1996, entre otros puestos de relevancia. En esta oportunidad Infocampo lo entrevista ya que es parte del International Policy Council (IPC), donde se tratan temas que tienen que ver con el futuro de la agricultura en todo el mundo.
-¿En qué consistió el foro realizado a principio de mayo en Indonesia?
-Estuvimos mirando en detalle la crisis mundial de alimentos y las soluciones que se están dando en los distintos países. Lo primero a lo que llegamos es que hay un desequilibrio entre lo que está creciendo la demanda mundial de alimentos y lo que está creciendo la oferta. Esto se da básicamente porque en los últimos 40 años la tasa de demanda crecía un 2% anual y hace unos años viene creciendo entre un 2,5 y un 2,7% anual.
-¿Este aumento a qué se debe?
-A la incorporación masiva de población en China e India cuyo ingreso per cápita aumenta mucho.
También se le deben sumar los procesos de urbanización y el uso de los cultivos para la elaboración de biocombustibles. Este es un desequilibrio que va a durar muchos años, entonces lo que hemos analizado son las opciones de políticas que hay y que se están siguiendo en los distintos países.
-¿Cuáles son las políticas que se están utilizando para aumentar la oferta?
-Como políticas razonables a nivel mundial están aquellas que le transmiten a los productores los incentivos de los precios, y al mismo tiempo, como los compradores tienen problemas económicos, se realizan políticas orientadas a resolver la situación de los que tienen menores ingresos. Pero también hay políticas incorrectas, como la de no darle las señales de buenos incentivos de precios a los productores, en esa categoría lamentablemente entra la Argentina.
-¿Cómo se hace para lograr mayor producción y alimentos más baratos?
-En realidad yo creo, y todas las instituciones especializadas a nivel global nos plantean, que hay que olvidarse de alimentos baratos de una manera masiva, al menos para la próxima década. Los precios de este año son excesivamente altos y hay aspectos que indican que no se va a poder volver atrás con alimentos baratos como los que hubo desde los 60 al 2000, porque los costos de los insumos subieron muchísimo.
-En el foro también se refirieron al cambio climático. ¿Qué puntos trataron?
-Se indicó que los principales problemas que hoy hay en el mundo son por las restricciones vinculadas al cambio climático y que por las inquietudes en materia ambiental son muy pocos los países que pueden expandir el área cultivada.
Los que tienen más potencial son los países del Mercosur, los de Sudamérica. De hecho el mundo tiene esperanzas en que tengamos un buen dinamismo en la oferta y seamos uno de los sectores dinámicos de la oferta mundial de alimentos de la próxima década.
-¿Se planteó el tema de los biocombustibles?
-Sí, aquí hay un replanteo de algo que se venía dando con mucha intensidad en los últimos dos años.
En la mayor parte de los países, empezando por Europa y EE.UU, después China, India, Japón, Argentina y Brasil, se ha empezado a promover la producción del biocombustible y se han establecido consumos/mezclas obligatorias hacia el futuro. La realidad es que todo esto se está haciendo con muchos subsidios en el medio, lo que genera una competencia entre la producción de biocombustibles y la producción de alimentos. En el caso de EE.UU., por ser principal exportador de maíz, en dos años disminuyó la oferta mundial, hay entre 40 y 50 Mt menos de maíz para alimento. Pero hay otros productores, como es el caso de Brasil, que producen etanol con la caña de azúcar que sobra en el mundo, entonces no es competencia.