El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera, Ciara, Raúl Padilla, abrió el evento con un duro discurso dirigido en su mayoría al Gobierno Nacional. “No es cierto que no haya que ocuparse del campo y de la agroindustria porque a ellos les va bien”, explicó Padilla y señaló que la competitividad de los productos “no es un don sobrenatural otorgado en forma permanente”.
Además, pidió una solución al problema de las regalías y se quejó porque el tema está en la Justicia europea, al explicar que “los tiempos de ésta no son los del comercio del sector”, y pidió una “solución amplia y definitiva que evite futuros conflictos”.
Al respecto, señaló que “es necesario que el Estado argentino ejerza su rol y ponga sus mayores esfuerzos en encontrar una solución de largo plazo para el pago de la tecnología incluida en las semillas, ya que ésta será la mejor garantía para que nuestros agricultores puedan acceder a los nuevos adelantos, manteniendo y acrecentando la competitividad del campo argentino”.
Además, Padilla remarcó la necesidad de “tener un Estado que ayude al sector agropecuario a consolidar su crecimiento a través de medidas concretas, como la reducción progresiva de las retenciones a las exportaciones”.
En la misma línea, Alejandro Reca, representante de Rabobank, una cooperativa financiera con más de 140 oficinas en todo el mundo, disertó en el primer panel: “Escenarios del mercado mundial de alimentos”, y advirtió que las retenciones a las exportaciones, las limitaciones en la infraestructura y la “creciente amenaza” de controles de precios provocan que los productores argentinos de oleaginosas permanezcan con “incertidumbre” y limiten sus inversiones. Destacó además que la industria local de harinas “está en mejor posición que Brasil y Estados Unidos”, aunque alertó que “las limitaciones en la infraestructura, sumada a la incertidumbre de algunas medidas del Gobierno Nacional”, juegan en contra de la producción local.
El directivo sostuvo además que a nivel internacional, “estamos en una situación de mayores ingresos, lo que hace que el mercado de oleaginosas sea cada vez más fuerte”.
“Este crecimiento se debe a una suba del consumo global. Y eso se va a reflejar también en una mayor demanda de carnes, harinas y productos lácteos. A futuro, China e India van a dominar los mercados emergentes”, añadió.
Por otra parte, Gustavo Idígoras, consejero agrícola de la Embajada argentina ante la Unión Europea, precisó que el sector oleaginoso argentino es el más competitivo en materia de exportación
Sobre el desarrollo del biodiésel, subrayó que “Estados Unidos y Canadá destinarán entre el 30 y 70 por ciento del área actual sembrada” a la producción de este combustible; y contrastó que “Brasil sólo necesitará el 3 por ciento de su área sembrada”.
En consecuencia, Idígoras pronosticó que habrá una “fuerte reducción de exportaciones de Estados Unidos, el principal productor mundial, lo que traerá aparejado un aumento de precios” en los granos.
Más maíz
“El mundo necesita más maíz”, afirmó Brad Anderson, vicepresidente de Informa Economics, y explicó que “el uso cada vez mayor del maíz para la elaboración de etanol en los Estados Unidos, le dará una oportunidad a países como la Argentina”. Subrayó además que si bien la Argentina es un productor pequeño puede ser un gran exportador.
