“Prácticas de manejo orientadas a procurar la máxima producción de biomasa y cubierta vegetal -evitando sobre pastoreos- junto a rotaciones que incluyan cultivos voluminosos como maíz y sorgo, y la utilización de barbechos vivos, permitirán la reducción de los escurrimientos y concomitante acumulación de agua en zonas más bajas, posibilitando aumentar la cantidad de agua infiltrada, almacenada y disponible para la transpiración.”