El sotobosque del mercado mundial de los fitosanitarios está activo y en pleno crecimiento. Este es el caso de Rotam, una compañía asiática fundada a mediados del siglo pasado, que se ubica entre las primeras 30 del mercado global y que viene creciendo en los últimos años a tasas interanuales por arriba del 20%.
La empresa fue creada en 1950 en Taiwán, apuntando al negocio farmacéutico, y para mediados de los 60 arrancaba en el rubro protección de cultivos.
Hoy la empresa cuenta con dos plantas de producción de fitosanitarios, una en Kunsham, en la República Popular China, y otra en Taiwán, en cuya Bolsa cotiza su cupón la controlante Rotam Global AgroSciences Ltd.
Pero es con la llegada del siglo XXI que la compañía desembarca en América Latina, primero en Brasil, y a partir de 2004, en la Argentina.
Los datos oficiales para el ejercicio 2012 muestran una facturación de u$s265 millones, siendo China el primer mercado, con ventas por u$s89 millones.
El dato es que el segundo mercado lo constituye Brasil, con ventas por 78 millones de dólares en ese ejercicio.
Es que la compañía le asigna una gran importancia tanto al mercado del este asiático como al latinoamericano.
De hecho, la empresa se ha estructurado en nueve regiones. Tres corresponden a América del Sur, siendo una Brasil, otra Argentina y el resto la región andina y del norte del subcontinente. En cambio, el mercado del Nafta (América del Norte) es una sola región, al igual que Europa, que se fusiona con África y Oriente Medio.
En cambio, el continente asiático cuenta con cuatro regiones: Taiwán, China, Asia Pacífico e India.
La operación argentina arrancó en 2005, estableciendo su base en la ciudad de Rosario.
En la actualidad, sobre una proyección de ventas por encima de u$s300 millones a nivel global, la Argentina está disputando con los Estados Unidos el tercer puesto como originador de ventas para la empresa.
El management está liderado por el contador Javier De la Rúa, un ex Deloitte, que ocupa la gerencia general, secundado por dos ingenieros agrónomos, Ricardo Petri y Cristian Riero, como responsables de negocios de las regiones Norte y Sur.
Rotam opera en el negocio de los productos fuera de patente. Sus principales productos en materia de ventas son los insecticidas Metomil (tiene el registro de una formulación que es banda amarilla), el Kospi, una mezcla de imidacloprid y bifentrin para tratamiento de soja, los herbicidas Primero (nicosulfurón, para maíz) y Rometri (metribuzín), y fungicidas basados en la molécula azoxistrobin sola o en mezclas con tebuconazole.
La filial está también incorporando el negocio de las semillas, con acuerdos ya formalizados en materia de girasol y sorgo, y con el inminente lanzamiento del maíz en cartera.
También está haciendo operaciones de exportación de algodón, un cultivo del cual es proveedor de productos para la protección, y está arrancando con las filiales de Uruguay y Paraguay que dependerán de la Argentina.
La estrategia apunta a seguir incrementando las ventas, con un objetivo de u$s20 millones para este año, y consolidar la presencia en las distintas regiones agrícolas del país.
