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Roya de maíz: se lleva el 10% del rinde del cultivo

El control de roya común de maíz no es práctica arraigada entre los productores de la pampa húmeda y en función del crecimiento que ha tenido la enfermedad dentro de la región pampeana, desde la agencia de extensión Inta 9 de Julio, se evalúo el comportamiento de 14 híbridos comunes y 29 modificados genéticamente frente a los efectos de la enfermedad sobre los rendimientos.

El control de roya común de maíz no es práctica arraigada entre los productores de la pampa húmeda y en función del crecimiento que ha tenido la enfermedad dentro de la región pampeana, desde la agencia de extensión Inta 9 de Julio, se evalúo el comportamiento de 14 híbridos comunes y 29 modificados genéticamente frente a los efectos de la enfermedad sobre los rendimientos.
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A pesar que las condiciones ambientales desfavorables durante la campaña 2007/08 con heladas tardías y déficit hídrico en torno a floración, se obtuvieron rendimientos medios para los materiales modificados de 13.300 kg/ha cuando se aplicó fungicida y 120 qq/ha cuando no se aplicó.

En los híbridos comunes los rindes medios oscilaron entre 11.800 kg/ha para los tratados y 10,5 qq/ha para los no tratados. Esto significa una merma del rinde del 11% en el primer caso y 12,7% en el otro caso en función del impacto de la enfermedad.

El Ing. Agr. Luis Ventimiglia, a cargo de la agencia de extensión, detalló ‘que el patógeno (Puccinia sorghi) reduce área foliar al mismo tiempo que se alimenta de los azúcares que la planta produce para su nutrición’.

El especialista agregó que el hongo optimiza su desarrollo con temperaturas entre 16 y 23°C y cuando la humedad ambiental relativa es elevada.

La siembra, a fines de septiembre en lotes con buena aptitud, se fertilizó con una mezcla de nitrógeno, fósforo y azufre a razón de 100 kg/ha. Luego con 4 hojas expandidas, se refertilizó con 120 kg/ha de UAN.

A floración se procedió a la evaluación de la intensidad y severidad de la enfermedad. Se utilizó una escala numerada de 0-9 para medir incidencia, en la que el valor más bajo implica sin síntomas y el más alto con síntomas hasta la última hoja desplegada. Con respecto a la severidad, una escala porcentual mide la cantidad de tejido afectado.

Luego de la medición de los niveles de la enfermedad, se procedió a la aplicación de 500 cc/ha de azoxistrobin más cyproconazole junto a igual dosis de aceite, ambos productos diluidos en 20 l de agua/ha.

Los materiales fueron cosechados de manera manual el 4 de abril de este año.

Con los niveles de incidencia muy elevados, no descendiendo de ocho en función de la escala mencionada y que el grado de infección (severidad) osciló en un rango entre 5 y 25%, la aplicación de fungicidas es una práctica recomendable ya que el diferencial de rinde que genera sobrecompensa los costos de producirlo.

Pablo Losada

 

 

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