De acuerdo a datos técnicos difundidos por Aapresid, durante la campaña 2006/07 en el partido de General Arenales (Buenos Aires) se incrementaron los rendimientos de la rotación cebada-maíz debida a la fertilización nitrógeno-azufrada sobre el cereal de invierno en comparación a la secuencia cebada- soja.
Se evaluó, a través de los rendimientos de la rotación, el efecto de la fertilización nitrógeno-azufrada en cada una de las secuencias.
En La Trinidad se ensayó la rotación cebada-maíz. La variedad de cebada fue Scarlett, sembrada el 8 de julio, con una densidad de 240 semillas/metro cuadrado, en labranza convencional.
El 1 de diciembre se sembró el maíz (Dow Mass 494 ‘Dow Agrosciences) bajo siembra directa, con una densidad de 7,5 semillas/ metro cuadrado.
Por su parte, en Arribeños ambos cultivos de la rotación se manejaron en siembra directa.
Scarlett fue sembrada el 7 de julio, con equivalente densidad que La Trinidad. La variedad 4613 de soja (Nidera) se implantó el 8 de diciembre, con una densidad de 40 semillas/metro cuadrado.
El diseño del ensayo tenía tres niveles de nitrógeno de 100, 130 y 160 kg/ha de disponibilidad total a la siembra de cebada, combinadas con dos dotaciones de azufre (0 y 10 kg/ha) aplicados como sulfato de calcio a la siembra de cebada y dos aplicaciones de nitrógeno foliar (0 y 20 kg/ha) aplicados como urea de bajo biuret (20% de nitrógeno) en antesis de este cultivo. Cada tratamiento tenía 3 repeticiones.
Se aplicaron a la siembra de cebada 100 kg de superfosfato triple de calcio. Posteriormente, el maíz fue refertilizado con 80 kg de fosfato monoamónico más 100 kg de urea por hectárea.
Se obtuvo que las fertilizaciones nitrogenadas de hasta 130 kg/ha incrementaron significativamente los rendimientos de ambos ensayos, en un rango de 28 a 43% para la secuencia cebada-soja y 16 a 35% en la secuencia de cereales.
La fertilización azufrada incrementó los rindes en ambos ensayos sin afectar los parámetros de calidad.
Cabe destacar que General Arenales podría ser un área carente de azufre, a lo que se atribuye la respuesta a este fertilizante. En La Trinidad, el nitrógeno adicional y el azufre impactaron positivamente sobre los rendimientos de maíz, aunque en el muestreo de nitrógeno a la siembra (0-30 cm) no se observó su disponibilidad.
En Arribeños se observó el aumento de los rendimientos de la rotación como consecuencia del nitrógeno, que elevó el índice de cosecha de la cebada entre 45 a 60% contra el aumento de 16 a 55% de La Trinidad para disponibilidades de 130 kg/ha.