Como si fuera una gran colmena a cielo abierto. Así trabajaron en San Vicente, Buenos Aires, codo a codo cada uno de los organizadores de esta Cuarta Fiesta Regional de la Miel donde se demostró lo mejor del sector apícola a un público numeroso. Participaron los INTA AMBA de Avellaneda, Lomas de Zamora y San Vicente junto con los Ministerios de Agroindustria de la Nación, la Provincia, el municipio y el Club Argentino de Servicios CAS.
El intendente de San Vicente, Mauricio Gómez, destacó la importancia de esta feria para la región junto con la tarea en conjunto que se realiza con organismos del Estado como el INTA AMBA: “Este encuentro demuestra la fortaleza de la actividad apícola tanto en la región como en nuestro distrito por eso trabajamos articuladamente con diversas instituciones como el INTA AMBA de San Vicente”.
En esta línea Mercedes Nimo, Subsecretaría de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agroindustria de la Nación, indicó que “si a la Agroindustria le va bien, a la Argentina le irá muy bien”. Y destacó la labor de la cartera agropecuaria que tiene la tarea de estar presente en la promoción de las cadenas productivas del país.
Leonardo Davies, jefe del INTA San Vicente, manifestó que “este tipo de ferias sirven para potenciar la tarea de muchos productores que trabajan junto al INTA. Les da una vidriera que les permite tanto vender su producción como mostrar lo que hacen a diario”.
Por su parte Alejandro Taladriz del INTA Avellaneda recordó que la institución hace ya un tiempo que trabaja con la apicultura en Gran Buenos Aires tanto con productores, cooperativas y asociaciones puntualmente en un protocolo sobre el manejo de esta actividad en el área metropolitana.
“Debido a la densidad poblacional de este vasto territorio, en el que conviven casi 14 millones de habitantes, se deben tomar una serie de recaudos para un manejo adecuado y no generar conflictos entre el sector productivo y los vecinos”, dijo Taladriz quien enumeró alguno de los puntos que desarrolla esta línea: trabajar con abejas de una mansedumbre demostrada, realizar un manejo del apiario en determinadas horas, tener agua potable siempre disponibles para las abejas para que no vayan a las viviendas en busca de líquido, poner algún tipo de barrera física para limitar el vuelo de la abeja, tener un número controlado de colmenas por colmenar, entre otras.
Agregado de valor
Ambos técnicos coinciden en que es muy significativa la cantidad de productores que se dedican al trabajo de la miel y sus derivados. “El agregado de valor en esta tipo de productos es clave para contar con una mayor venta ya que el consumo de miel pura por persona en nuestro país no supera los 200 gramos anuales. Por esto se exporta más del 80 por ciento de lo producido debido a su óptima calidad”, remarcaron.
Es así como en esta nueva edición de la Feria se pudo encontrar caramelos, dulces con miel, mieles saborizadas así como panes o mezclas de miel y polen.
Camila de Mercedes, Buenos Aires, llegó hasta la feria con diversos productos como miel, polen, jalea y diversos materiales vinculados con la industria. “El mercado de la miel es un mercado en potencia que está creciendo día a día. La argentina no se caracteriza por utilizarla mucho pero de a poco se va avanzando de la mano de este tipo de encuentros que son muy importantes para nuestra actividad”.
“Es necesario seguir trabajando en la difusión de los beneficios que tiene el consumo de miel que es muy sana y con características únicas –agregó la apicultura–. Sus propiedades son muy naturales, está recomendada en pequeñas cantidades para quienes no pueden consumir azúcar realmente es muy benéfica como lo son los demás productos de la colmena.”
Por esto Analía, vecina de Alejandro Korn, paseaba con sus tres hijos y varios productos de la miel: “En casa nos encanta comerla de todas formas. Cuando nos enteramos de la feria vinimos porque es una forma de enseñarles a nuestros hijos que la vida sana y natural también comienza en las pequeñas cosas”.
“Estamos muy felices”, contó Analía mientras sus niños se movían al compás de una chacarera bajo un tibio sol de otoño que bañaba las hojas amarillas de los árboles que rodean la vieja estación de San Vicente, actual predio de exposiciones.
Para conocerte mejor
En este contexto hubo charlas técnicas y el clásico concurso en el que se eligió la mejor miel del año del que participaron más de 90 productores. De la apertura participaron funcionarios del gobierno nacional y provincial e integrantes del Ejecutivo local. El INTA fue actor clave en la participación de sus especialistas en los congresos técnicos de la feria.
Hubo dos parques de diversiones para niño, un concurso de perros de raza y la Sociedad Rural montó una carpa en la que hubo payadores y diversos espectáculos folklóricos. Como novedad se sumaron los “foodtrucks” (camiones de comida), con especialidades de diversos países y regiones.
Además hubo una carpa del Registro Nacional de Productores Apícolas (RENAPA), en la cual se gestionaron y renovaron la habilitación para aquellos que producen miel.
Aranzazu Lentini Odoqui, técnica del Ministerio de Agroindustria de la Nación en el territorio Sur, subrayó la importancia de productores concurrentes que trabajan cercanos al Ministerio y al INTA AMBA. “En el camino de la miel hubo una destacada participación fruto de la tarea que realizamos en conjunto”.
