Por otra parte, Laura Montero, representante de la cartera de Economía de Mendoza, participó del Congreso y brindó un amplio panorama sobre la importancia del sector agropecuario en la provincia.
Montero destacó el bajo índice de desempleo rural de ese distrito, que tiene una gran demanda laboral debido a las producciones intensivas que se practican. Por su parte, Mariel Vanin, gerente general del Instituto de Desarrollo Rural, estuvo a cargo de tratar la implicancia del desarrollo y la forma de medirlo.
Explicó cómo funcionan las variables que permiten cuantificar los estratos de una cadena productiva, los aspectos a tener en cuenta, las falencias y las oportunidades, y se refirió también a la metodología de análisis que permite fijar índices para comparar sistemáticamente la complejidad rural actual.
“Todas estas herramientas contribuyen a un desarrollo del sector en forma mas ordenada y a fortalecer los planes de trabajo”, señaló la representante del IDR. Como ejemplo, Héctor Flores presentó el caso del Centro de Formación de Cultura Comunitaria, y Juan Pepa reseñó el trabajo que vienen desarrollando en la Fundación Pro Alvear, en La Pampa. En ambos casos trabajan para capacitarse, producir y crecer a través de la labor conjunta, para, de esta manera, poder proyectarse.
Otro caso donde se potencia la posibilidad de crecimiento es el de la Red de Información de Interés Agrícola (RIIA), que tiene como objetivo prever situaciones adversas por medio de intercomunicaciones, y fue presentado por Eugenio Astegiano.
“Para poder cumplir con nuestros objetivos se ha organizado una estructura con tres módulos de acción: monitoreo investigación y experimentación y para ello la clave es la capacitación”, explicó Astegiano.