El fenómeno de la sequía de características extremas, que afecta a todo el sistema de la cuenca Salí Dulce, fue suficiente para que especialistas santiagueños señalaran que durante estos últimos meses, la provincia registrara “la mayor sequía en los últimos 75 años”.
“La última vez fue en la década del 30 y además, en esa época, encima llovió más que ahora”, según lo resaltó en diálogo con Nuevo Diario, el Ing. Victorio Mariot, miembro del Gabinete de Asesores del Gobierno de la Provincia.
Por su parte, el Ing. Antonio Gallego, especialista en temas hídricos y asesor del Gobierno de la Provincia, precisó que “en Santiago se dio en esta temporada de verano, una situación muy atípica, prácticamente sin lluvias en el centro de la provincia”‘.
Situación general
El especialista explicó que de casi los 700 metros cúbicos de agua que dispone el embalse de Termas de Río Hondo, “hay casi 400 metros cúbicos que no se pueden derivar y con esta cantidad, deberá ser suficiente para arreglárselas de aquí en adelante hasta que vuelva a entrar agua, ya que estamos en pleno período de aporte mínimos de los ríos que acceden al embalse de Las Termas”.
Gallego agregó que “en la Capital, el promedio de lluvias es de 680 milímetros, y solo llovieron 203 milímetros, en cambio en la zona de Río Hondo, llovió más de lo normal”, resaltó como un dato llamativo.
Agregó que en la región centro y norte de la provincia, las lluvias fueron bastante menos de lo normal, lo mismo en el oeste al límite con Salta y Tucumán.
En la zona este de la provincia, donde se encuentra la mayor parte de la producción agrícola de secano, las lluvias fueron normales. “La cosecha recibió prácticamente el agua que normalmente recibe, pero el centro, norte y parte del oeste, la sequía se tornó muy grave”.
Y como muestra es lo que ocurrió en la Capital santiagueña y en la zona de riego, donde la diferencia entre lo que llovió y el registro promedio ronda los 500 milímetros de diferencia.
La última reunión del Consejo Hídrico el Noroeste Argentino previó que las reservas de agua en los diques pueden no alcanzar a cubrir el déficit del recurso en épocas críticas, como las actuales.
Por eso, se consideró que cada jurisdicción se encargará de difundir el problema y a partir de allí, considerar la disminución de los caudales de las concesiones, de acuerdo a las normativas de cada provincia.
También se tuvo en cuenta la necesidad de extremar los cuidados de los recursos hídricos compartidos, en lo referente a usos y obras de aprovechamiento y coincidir en elaboración de un plan maestro para un manejo eficiente del recurso.
