La medida rebajó levemente el gravamen de 33%, que pesaba desde enero sobre los envíos argentinos, cuya aplicación expiró el pasado 11 de abril.
“Es una buena noticia para la agricultura chilena”, dijo el ministro Rojas, al informar la decisión de la Comisión Nacional de Distorsiones. La nueva medida, explicó, regirá desde su publicación en el Diario Oficial y se extenderá por un año.
“De acuerdo a los antecedentes de importaciones de harina de trigo, se ha observado que desde la aplicación de la medida provisional ha habido una baja considerable en el monto de las importaciones, lo que verifica que la medida aplicada fue oportuna y ha tenido el efecto que se esperaba”, dijo el ministro.
“Se trata de una corrección justa, una defensa comercial que equilibra las condiciones entre producción nacional y extranjera”, agregó.
La medida, de acuerdo a la autoridad chilena, hará aumentar la superficie cultivada de trigo, que el año pasado bajó a menos de 300.000 hectáreas y beneficiará a unos 98.000 productores de trigo.
En enero, Chile había decidido elevar provisionalmente de 16,2% a 33% el impuesto adicional que aplicaba a la importación de harina y trigo desde Argentina, para proteger a los productores nacionales.
El impuesto de 16,2% había sido decretado en diciembre.
En octubre pasado, Chile resolvió aplicar salvaguardias de 23% a la importación de productos lácteos desde la Argentina, que reclamó ante la OMC (Organización Mundial de Comercio).
