Un fuerte golpe en la formidable casa de la familia Ibáñez, en Temperley, rompió la tranquilidad de la noche. Eran las 21 del sábado y Alfredo, de 41 años, se acomodaba en el sillón para ver televisión. Su esposa, junto a la empleada doméstica, tres hijos y un amiguito de estos permanecían en la planta alta, según publica Infobae.
El hombre, un empresario frutihortícola, se acercó hacia la puerta de calle, desde donde provenía el ruido, pero mientras caminaba se topó con un desconocido que llevaba una escopeta en sus manos.
Lo primero que hizo Alfredo fue intentar sacarle el arma. Forcejeó, pero no pensó que el delincuente no era el único que se había metido en su casa. Otro apareció de repente y le disparó directo a la cara con una pistola con silenciador.
Mientras el dueño de casa yacía tirado en el suelo, desangrándose, los tres delincuentes que se hallaban en la propiedad subieron al primer piso, todos armados.
Su mujer no sabía exactamente qué estaba pasando, pero escuchó ruidos y lo sospechó. “La señora vio subir a uno de los asaltantes y cerró la puerta de su pieza, pero no pudo detenerlo. Le gritaban que les diera la guita. Le dio lo que tenía a mano, estaba tan nerviosa que ni se acuerda la cantidad, pero no era mucho dinero. En el lugar había una pequeña caja fuerte pero en ella sólo había documentación”, dijeron fuentes policiales al diario Clarín.
Un cuarto delincuente permanecía dentro de un vehículo estacionado afuera como “campana”, listo para escapar con sus cómplices.
Los delincuentes podrían haber seguido presionando a la familia en busca de más dinero, pero desistieron al escuchar el timbre. Era el padre del chiquito amigo de los nenes, que venía a buscar a su hijo. Cuando vio abrirse la puerta se lo llevaron por delante tres hombres armados que escapaban a la carrera.
El herido fue llevado a la clínica Juncal, donde fue internado en terapia intensiva con una lesión en el maxilar izquierdo con orificio de entrada y salida. Su estado de salud es reservado.
Tomó intervención la comisaría tercera de Lomas de Zamora, donde se instruyeron actuaciones por “tentativa de robo, calificado por el uso de arma de fuego, y lesiones graves”.

