Como en el cuento de la buena pipa, el enfrentamiento entre el campo y el Gobierno parece no tener fin. Mientras que el diálogo continúa totalmente interrumpido y los dirigentes siguen extendiendo las medidas de fuerza, la solución parece cada vez más lejana.
Por supuesto que desde el Gobierno no se privan de hacer declaraciones en contra del paro agropecuario y las partes cada vez se alejan más. Esta semana la presidenta Cristina Fernández de Kirchner asistió a la conferencia de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se realizó en Roma, Italia.
En su discurso ante la asamblea la mandataria acusó a los pooles de siembra: “Uno de los elementos más distorsivos en el mundo de los commodities es la irrupción de los capitales financieros. Un pequeño ahorrista de u$s16.000 que los coloca en un pool obtiene una renta en 6 meses de 30% en dólares, una renta inusitada en el mundo actual”.
Por su parte, el jefe de Gabinete también le volvió a poner el hombro a la posición del Gobierno y en declaraciones a la prensa afirmó que habrá diálogo con la dirigencia del campo cuando ésta entienda que “no se pueden imponer posiciones” y además volvió a cargar contra el cultivo de soja al declarar que se produce para “darle de comer a los chanchos chinos” y desalienta las producciones de maíz, trigo y girasol.
Al mismo tiempo los dirigentes rurales ratificaron la continuación de la medida de fuerza hasta por lo menos el domingo y consiguieron la adhesión de algunas ciudades del interior que se movilizaron a favor del reclamo rural.
Por su parte, los camioneros decidieron cortar las principales rutas del país en protesta por la falta de trabajo de los propios transportistas. Desde la Confederación del Transporte Automotor de Cargas (Catac) argumentan la medida como una forma de instar al campo y el Gobierno para que lleguen a un pronto acuerdo y se regularice la situación.
Lo cierto es que los transportistas no están dejando pasar camiones de leche, carne, combustibles y demás artículos de primera necesidad, por lo que en los centros urbanos ya se está hablando de desabastecimiento.
En este contexto y relacionado también con los cortes de rutas, esta semana los dirigentes rurales Mario Llambías y Eduardo Buzzi, junto a las ex diputadas y opositoras María del Carmen Alarcón y Margarita Stolbizer, además de algunos productores, se presentaron en la Fiscalía Federal de San Nicolás para tomar conocimiento de una causa en la que están imputados por cortar la ruta nacional 9 durante un acto.
Antes de ingresar, tanto Alarcón como Stolbizer calificaron la citación judicial como un acto “intimidatorio” y de “persecución política”. La lista es larga, y aunque parece extraño se sigue sumando gente. Mientras que los dirigentes agropecuarios estaban entrando a la Fiscalía apareció el piquetero Raúl Castells, micrófono en mano y altoparlantes a todo volumen, para “respaldar a los ruralistas”.
En el otro rincón, el ex presidente Néstor Kirchner continúa reuniéndose en busca de apoyo y de alinear las fuerzas en contra de la protesta rural.
Ante los legisladores del PJ bonaerense el ex presidente habría pedido calma, y, según detalla un matutino, habría instado: “Paciencia oriental, la lucha es larga”.
Al mismo tiempo, el ex presidente no se habría ahorrado calificaciones contra la dirigencia agropecuaria: “Si hubieran existido las bayonetas, no tengan ninguna duda que hubieran apelado una vez más al golpe de Estado”.
También explicó su teoría respecto de las entidades agropecuarias: “¿Por qué la Federación Agraria está con la Rural?
Porque ya no representa a los pequeños productores sino a los arrendatarios. Hay una nueva clase media alta que se formó en el campo y que tiene un concepto feudal, igual que la oligarquía tradicional”.
Respecto de la posibilidad de diálogo, Kirchner fue contundente: ‘Alberto se sentó horas con ellos… aburría ya por televisión. Yo hubiera sido más breve’, sentenció.
La Iglesia Reuteman y Sola
Mientras que las partes se siguen alejando y el conflicto empeora, una veintena de obispos presididos por el cardenal Bergoglio se reunieron el jueves para elaborar “líneas de acción concretas” para intentar contribuir a destrabar el conflicto.
Por su parte, el ex gobernador Felipe Solá aseguró que el “pueblo está harto del conflicto” por las consecuencias que está trayendo.
Al mismo tiempo, el senador justicialista Carlos Reutemann se alinea cada vez más con el campo y declaró que el conflicto se destrabaría
“en un minuto retrotrayendo la medida”. El gran ausente en estos últimos días es el senador Roberto Urquía, titular de AGD, quien estaría esperando el momento preciso para hacer su aparición