El trigo en el mercado de Chicago cerró hoy al alza. Los que apostaron a la caída de precios de este producto han estado haciendo bastante dinero en los últimos tiempos y algunos participantes del mercado opinan que entre el momento presente y fin de año algunos querrán calzar posiciones para capturar ganancias y quedar cubiertos.
De este modo, la cobertura de posiciones vendidas logró pesar más que un dólar en aumento y la poca demanda externa del cereal estadounidense, indicó el informe de mercado de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Egipto compró 180.000 toneladas de trigo para entrega en marzo, 60.000 de los cuales provendrían de Rusia, Francia y Argentina; mientras que un molino harinero yemení compró 110.000 toneladas de trigo panadero a Argentina y Rusia.
En tanto, el maíz cerró levemente en alza, impulsado por los aumentos en los futuros de soja y las preocupaciones ante la potencialidad de que un clima demasiado seco en América del Sur termine afectando los rendimientos.
Sin embargo, el maíz sufrió más del aumento del dólar a medida que aumentaban el petróleo y las acciones, por lo que las ganancias fueron mucho más débiles que en el caso de los otros dos productos. En este sentido, las tensiones en Irán inducen el mayor aumento del petróleo en un mes, impulsando con ello al aumento en el precio del maíz.
Mientras tanto, a pesar de que el clima es actualmente favorable en Argentina para la siembra de maíz, preocupa que se mantenga demasiado seco en los próximos cinco días. En Brasil, mientras tanto, se necesitan más lluvias para mantener las condiciones favorables para el cultivo.
La soja también terminó la jornada con alzas ante las preocupaciones que despierta las perspectivas de un clima demasiado seco para la cosecha en América del Sur. De este modo, la soja se ha recuperado parcialmente de fuerte caída del viernes, no sólo por las preocupaciones del lado de la oferta sudamericana sino también con un ojo puesto en las compras chinas, ya que éstas se incrementaron en el mes de noviembre. Se espera que el fenómeno de La Niña reduzca las lluvias en la principal región productora argentina al menos hasta mediados de enero, perjudicando los rendimientos y haciendo prohibitivas algunas siembras.