En un artículo publicado a finales de octubre en Infocampo, el nutricionista Ramón Gorosito señalaba que la tendencia global en la actividad lechera apunta hacia la intensificación.
El especialista señaló que en EE.UU. los tambos pequeños cierran a razón de 5.000 establecimientos por año, y para el año 2020 está previsto que quedarán en funcionamiento 15.000 de los 340.000 que funcionaban en Estados Unidos desde la década del ´80. Estas cifras vienen acompañadas de un aumento en la productividad de las vacas en ordeñe y un aumento de la escala en los tambos.
José Camoletto,ingeniero agrónomo de la firma DeLaval Bosio, señaló que en la actualidad, en nuestro país no se visualizan nuevos actores que ingresen en el sector, y el grueso de las inversiones nacen de productores que concentran sus tambos: “La tendencia apunta a establecimientos más grandes, el promedio de bajadas en tambos a nivel nacional supera las 14 unidades de promedio”. Camoletto sostuvo que este aumento en la cantidad de bajadas por tambo es una clara señal de que los establecimientos son cada vez más grandes. Camoletto señaló que la facturación de la empresa aumentó en un 20%: “Este incremento se debe a una mayor venta de productos para tambos, se construyen menos establecimientos y más intensivos”.
Cuando los productores registran en sus establecimientos una alta tasa de crecimiento, el cambio de estructuras es inevitable: “En el momento que comienzan a superarse las tres horas y media por ordeñe, los sistemas empiezan a colapsar”, explicó Camoletto.
El costo total de un establecimiento lácteo para 400 animales es de u$s180.000. De esta cifra, u$s100.000 corresponden a máquinas, alimentación, corrales y tanques de frío, mientras que los us$80.000 restantes corresponden a la obra civil. La firma se encarga de la dirección de planos y obras, y la obra civil es ejecutada por una empresa constructora designada por el productor.
Una instalación de 20 unidades, incluyendo máquinas y brete, tiene un valor total de u$s22.000. En este rubro, la principal instalación es un equipo de ordeñe de línea media.
El sistema de alimentación varía su costo según la ubicación. Si el productor decide alimentar dentro de la sala de ordeñe, un sistema de silos y tolvas individuales tiene un valor de u$s13.000.
La otra opción consiste en alimentar al animal fuera de la sala de ordeñe. En este caso, el valor final de este sistema es de u$s35.000. El precio incluye mixer, corrales y comederos, y es aconsejable para sistema de producción intensivos.
Los corrales se confeccionan en base a estructuras de caño galvanizado y tienen un valor de u$s10.000. El tanque de frío de 8.000 a 10.000 litros, fundamental para el desempeño del tambo, cuesta u$s30.000.
Andrés Lobato
