La caña de azúcar es una de las economías regionales que más fertilizante consume a nivel país. El productor cañero tiene plena conciencia de la necesidad de aportar este nutriente, por su gran impacto en la productividad del cañaveral. Por ese motivo, la empresa Yara comenzó en el año 2010 el desarrollo de una alternativa a la forma tradicional de fertilización con urea. Así comenzaron los ensayos con un fertilizante nitrogenado a base de nitrato de amonio calcáreo magnésico, con múltiples ventajas para sus usuarios, algunos de los cuales brindaron su testimonio en esta reunión que convocó a 200 actores del sector.
El doctor Federico Pérez Zamora, especialista de la Universidad San Pablo – T, realizó la apertura del evento mostrando como ha ido evolucionando la fertilización en este cultivo y su impacto sobre la productividad. Luego, el doctor Eduardo Romero, investigador principal de la Estación Agroindustrial Obispo Colombres, hizo hincapié en la necesidad de contemplar las “cuatro R” a la hora de fertilizar: fuente, dosis, momento y forma de aplicación, de manera de lograr un sistema rentable, productivo, sostenible y amigable con el ambiente. En este sentido, presentó el convenio de trabajo que consiste en la evaluación agronómica de la fertilización con nitratos, una fuente con menores pérdidas por volatilización (que en fuentes tradicionales pueden llegar hasta el 30%) y al mismo tiempo, más amigable con el ambiente.
El ingeniero Luis Alonso, responsable de los ensayos a campo de la Experimental, presentó los resultados obtenidos en el primer año de trabajo, así como también conclusiones preliminares del segundo año de ensayos, concluyendo que la dosis de 250 kilos por hectárea del fertilizante comercial a base de nitratos presenta niveles de respuesta similares a los de urea. Por otra parte, la ingeniera Analía Salvatore, de la sección Zoología, presentó resultados impactantes en cuanto a la disminución del porcentaje de infestación de Diatraea Saccharallis en cañaverales fertilizados con esta fuente alternativa. Así, se ha comprobado que la reducción del ataque de esta plaga en cañaverales fertilizados con nitratos es hasta un 50% menor que aquellos lotes fertilizados con la fuente tradicional. De esta manera, una práctica de manejo puede contribuir de forma muy significativa a reducir las pérdidas de azúcar en la provincia que, por cada punto de infestación, son de 620-650 gramos de azúcar por tonelada de caña.
La doctora Raffaella Rosetto presentó las experiencias de fertilización del cultivo en Brasil, en cuyo país además de la aplicación de nitrógeno, también se consideran otros nutrientes como fósforo, potasio y otros de menor importancia, pero de gran impacto, sobre todo en el enraizamiento, como son zinc y boro. En cuanto al uso de nitrógeno, fue muy interesante la exposición respecto a las pérdidas de productividad del cultivo a medida que aumentan las pérdidas de nitrógeno por volatilización, mostrando datos de fuentes tradicionales e inclusive con inhibidores de este proceso, estas últimas con porcentajes de pérdidas próximas al 12%. También mostró la creciente adopción de nitratos en el país vecino por parte de los ingenios, por su mayor aprovechamiento por parte del cultivo así como también el menor impacto en el suelo (por su menor efecto acidificante) y las menores emisiones de gases de efecto invernadero.
Testimonios: el cambio de paradigma en primera persona
Para cerrar el encuentro, usuarios que esta tecnología compartieron los beneficios que el cambio de tecnología provoco en sus sistemas de producción. El ingeniero Ernesto Torino, de la empresa Delotte Hnos, mencionó que la aplicación superficial surge a partir de la definición de que la tarea de descompactación no tenía que ser una tarea espejo de la fertilización. Esto es lo que se suele hacer al aplicar el fertilizante en forma tradicional, lo cual impacta sensiblemente en los costos por ser una tarea más lenta, realizada con tractores de alta potencia y mayor consumo de combustible.
El ingeniero Rodrigo Ponce de León, de la firma El Pucará, expresó que la aplicación superficial les trajo como beneficio un mejor control de las malezas ya que, al no remover el suelo con la incorporación, se evita generar condiciones propicias para la germinación de las mismas además del impedimento físico que implica el rastrojo en superficie para las plántulas.
Desde Antonio Cruz e Hijos, el ingeniero Gustavo Dip destacó la mayor ventana de aplicación que les ofrece esta alternativa, lo cual permitió un gran avance en la labor de fertilización al no depender de las condiciones de humedad del suelo. Las aplicaciones se realizaron con una fertilizadora neumática, de gran capacidad de trabajo.
También participaron del panel el ingeniero Sebastian Vicic, quien comentó la experiencia de uso en situaciones de lotes pedregosos, y los ingenieros Gustavo Olaiz y Gustavo Erimbaue, quienes compartieron la experiencia comprobada en sus lotes respecto a la disminución del ataque de Diatraea.
En síntesis, la fertilización a base de nitrato es una alternativa que reduce los costos, simplifica la tarea de fertilización, permite aplicar en la ventana óptima definida para el cultivo, además de brindar al productor beneficios en términos de sanidad, por la menor infestación con Diatraea así como también por el efecto positivo en el manejo de malezas y al sistema en su conjunto por ser una fuente con menor impacto ambiental.
