Después de casi una semana de paros, el Ministerio de Trabajo de Uruguay intentará destrabar hoy jueves el conflicto cárnico. Pero la situación pinta mal: varios frigoríficos no realizarán entregas y en los últimos días hubo momentos de tensión en distintas plantas. Así lo indicó un artículo publicado hoy en el diario uruguayo El País.
Anoche los trabajadores del Frigorífico Carrasco tenían previsto sumarse a los paros y también lo analizaba el sindicato del Frigorífico Canelones, dijo a El País el coordinador del Pit-Cnt Juan Castillo. Así el conflicto llegará a 20 de unos 35 frigoríficos, según las estimaciones sindicales.
En los hechos, sólo dos de las diez plantas principales faenaban ayer, según fuentes empresariales. “La situación está muy fea. Hay un mar de fondo a nivel sindical que no podemos entender”, contó un empresario, que pidió no ser mencionado. Sin embargo, el director de Trabajo Julio Baráibar asegura que en la mayoría de las empresas frigoríficas “se está faenando” sin problemas.
Las carnicerías han comenzado a tener problemas. Ayer hubo reparto, pero varios frigoríficos ya anunciaron que hoy “no entregarán asado fresco ni menudencias” y que solo queda algo de mercadería congelada, explicó el presidente de la Asociación de Carniceros, Germán Moller.
Desde la otra gremial, la Unión de Vendedores de Carne, se da una visión similar: hoy por lo menos dos frigoríficos “no entregarán” y la mayoría repartirá carne congelada. “Ningún frigorífico completa todos los pedidos. El público todavía no notará mucho la faltante (hoy), pero para el fin de semana pueden esperarse problemas graves si sigue así”, dijo el presidente de la gremial, Heber Falero. La carne congelada “no tiene lindo aspecto”, la calidad no es la misma y los consumidores uruguayos no están acostumbrados a consumirla, argumentan los carniceros.
En esta época de venden básicamente cuatro cortes: asado, colita de cuadril, vacío y peceto. Muchos frigoríficos ya no tienen carne fresca para el mercado local, admitió el gerente de Frigorífico Tacuarembó y dirigente de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu), Martín Secco.
El Consejo de Ministros trató ayer el conflicto en la Residencia de Suárez y se descartó decretar la esencialidad. El Ministerio de Trabajo convocó a una reunión hoy a la hora 11. Baráibar planteará una salida: “La creatividad abre puertas increíbles”, adelantó con hermetismo. El Pit presentará allí una contrapropuesta.
Para mañana está prevista una asamblea de la Federación de Obreros de la Industria Cárnica (Foica) y las medidas se profundizarán si no aparece una solución, dijo Castillo. Argumentó que la industria frigorífica “ha hecho plata a paladas” y que si no ha crecido más es porque “ya no tienen más bichitos para matar”.
El conflicto de Foica fue respaldado ayer en forma expresa por dirigentes de todas las corrientes que integran el Secretariado Ejecutivo del Pit. La semana pasada, el Ministerio de Trabajo y las cámaras votaron la extensión del convenio del sector por seis meses con un aumento de salario de 7%, lo cual fue rechazado por el sindicato.
Una delegación de la Foica dio ayer un informe en el Secretariado y explicó que se pretende un aumento de $ 6 por hora para la categoría mínima (peón), pero el ajuste dispuesto por el gobierno es de poco más de un peso. El promedio salarial en los frigoríficos apenas supera los $ 5.000, dice la Foica.
Los trabajadores del frigorífico de Las Piedras instalaron ayer un piquete con quema de cubiertas a 500 metros de la planta, con el objetivo de impedir que pasen los camiones con ganado ni trabajadores “que no pertenecen a la planta”. La intención es continuar el piquete hasta que se levante el conflicto.
Según la Foica, el 90% de la plantilla acató la medida. En cambio, dirigentes de una agrupación sindical que perdió las elecciones del frigorífico, aseguran que unos 320 de 611 empleados han trabajado en los últimos días. Denuncian amenazas contra los empleados que quieren trabajar.
En tanto, unos 300 trabajadores de Frigorífico Tacuarembó marcharon ayer en reclamo de mejoras salariales. La empresa efectuó tres llamados al trabajo para reanudar la faena, sin suerte.
