“Las principales regiones productoras de granos en la Argentina podrían registrar hacia mediados del presente siglo disminuciones de productividad de entre un 10% y un 15% en los cultivos de maíz, trigo, cebada, arroz y avena”, indicó Osvaldo Canziani, investigador del Conicet y representante argentino ante el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. Y aseguró que “la soja sería la que menos sufrirá el impacto climático”.
“Esta situación obliga a una serie de decisiones políticas y empresariales para desarrollar las estrategias de adaptación necesarias”, advirtió Canziani a Infocampo. “Ante el cambio del sistema y sus implicaciones regionales, los jóvenes especialistas del agro deberán ser preparados para la nueva era agrícola-ganadera y pesquera de la Argentina”, añadió.
“Está claro que si el incremento de las temperaturas medias globales, en superficie, excedieran los 3°C, los problemas serán graves para las regiones que hoy son áridas y semiáridas; el principal factor negativo será la falta de agua”, indicó Canziani.
“Las deforestaciones serán las culpables de impactos climáticos cada vez mayores, resultantes de los flagelos críticos del calentamiento terrestre, los cuales serían lluvias intensas, granizadas frecuentes, fuertes vientos y hasta tornados violentos y posibles olas de calor que anulen la fructificación de granos como el maíz y el arroz”, agregó.
Canziani estimó que “en 2007 las precipitaciones del otoño y la primavera serán intensas para todo el país, con eventos de granizo más frecuentes” y añadió que “los hombres de campo deberán exigir a las autoridades y a los empresarios más y mejores observaciones y un estudio racional del uso territorial, con fundamentos realmente científicos y no con medidas coyunturales”.
