A la fecha se habrían sembrado 4,07 millones de hectáreas de trigo 2008/09 a nivel nacional, una cifra que cubre el 89% del área prevista hasta el momento (4,55 M/ha), según las últimas estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
‘Sequía en amplias regiones productivas, el conflicto campo-gobierno y el aumento de los insumos críticos (vinculados a los rendimientos) ocasionaron el abandono de aproximadamente un millón de hectáreas’, apuntó el informe de evolución de cultivos de la entidad.
Quedarían por implantar unas 480.000 hectáreas, las cuales en su mayor parte se ubican en la zona de Mar y Sierras (la principal región cerealera argentina).
El cultivo sembrado en la zona central de Marcos Juárez (Córdoba) muestra todavía buena condición, pero empeora hacia el norte porque la seca causa disminución en el número de plantas por unidad de superficie y en la cantidad de macollos por planta. Similar situación se observa en Justiniano Posse.
En Venado Tuerto (Santa Fe) la relación histórica entre ciclos largos y cortos (70-30%) cambió sustancialmente hacia variedades cortas (40-60%) por la imposibilidad de sembrar a tiempo los primeros por seca. Fenológicamente los plantíos se encuentran en macollaje y ‘aunque las necesidades hídricas en este estadio no son críticas’ hay falta de humedad que a futuro podría afectar el desarrollo. Hacia Firmat se observa un panorama similar.
En Colón (Buenos Aires) los últimos lotes sembrados están emergiendo y los más tempranos en inicio de macollaje. En general lucen muy buena condición, aunque el perfil del suelo hasta el momento ha logrado escasa reserva de agua y se está a la espera de alguna lluvia importante.
En Pergamino y Junín si bien es necesario algún aporte de humedad, aunque los cultivos del cereal se encuentran en general en buen estado.
En el oeste de Buenos Aires y el norte de La Pampa, ya completadas las siembras, éstas evolucionan desde germinación a inicios de macollaje en condiciones buenas a muy buenas.
En el norte de Córdoba la falta de humedad condiciona la evolución del cultivo, con muchos lotes que muestran disminución en el número de plantas y manchoneo (son excepcionales aquellos que pueden considerarse como buenos a muy buenos).
Imagen: reservas de agua para el trigo en la capa superficial al 31/07/08 ( primeros 25 centímetros de profundidad). Bolsa de Comercio de Rosario /GEA
