La industria vitivinícola argentina no es la excepción a la regla: la crisis financiera global sumada a los problemas económicos locales generaron un abrupto descenso de las ventas de vinos.
‘Si bien las ventas totales este año cerrarán en una cifra similar a las del año anterior, los empresarios miran con mucha preocupación lo que sucederá en 2009 en este contexto tan complicado’, indicó a Infocampo Ángel Vespa, presidente de Bodegas Argentinas y representante de la firma Chandón.
Según Vespa, el consumo de vinos en el mercado interno viene arrastrando una baja desde el comienzo del conflicto entre el gobierno y el campo, situación que, si bien aún no se ha revertido, espera que se revierta en este mes de diciembre por las fiestas de fin de año.
‘El desánimo generalizado, la falta de incentivos y las señales que sumaron intranquilidad hacen que culminemos un año complicado y que avizora un panorama más que complicado con falta de crédito e interrupciones y corte de la cadena de pagos’, añadió.
Esta situación generó complicaciones en el normal funcionamiento de las empresas del sector. Se frenaron las invesriones en tecnología y se recortaron planes de crecimiento, además de aplicar reducciones horarias al personal suspender los contratos temporales.
‘Si bien no ha habido inconvenientes con los trabajadores, porque no se vieron afectadas las fuentes laborales fijas, las empresas redujeron o mermaron los niveles de producción y la mayoría hace solo un turno’, indicó.
El consumo interno de vinos en los primeros nueve meses de 2008 fue de 7,83 millones de hectolitros, una cifra 3,1% inferior a la registrada en el mismo período de 2007, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Sin embargo, en los tres primeros trimestre de 2008 las ventas externas de vinos argentinos mostraron una evolución favorable. En enero-septiembre se colocaron 3,16 millones de hectolitros versus 3,59 M/hl en todo el año 2007, según datos del INV.
Los productores de uvas no son ajenos a la situación. ‘Sabemos que tendremos una muy buena cosecha (2009), con excelentes calidades y productividad; veremos qué sucede con los precios y cómo esto incide en las plantaciones del año próximo’, sostuvo a Infocampo Angel Ostuzzi, productor vitivinícola de Mendoza.
