Desde esta misma sección hemos evidenciado el crecimiento de la firma productora de inoculantes, Rizobacter, además de contar paso a paso su trayectoria.
En esta oportunidad es meritorio continuar en esta línea, ya que este año la compañía cerrará con una facturación récord de u$s40,1 millones.
Al mismo tiempo, el 2010 estuvo signado por el lanzamiento de Signum, el primer bioinductor del mercado.
Esta innovadora propuesta, que incluye tecnología que prepara a la planta para relacionarse mejor con el entorno y disponer de mayores recursos para desarrollarse, encontró una recepción más que alentadora entre productores abiertos a estos desafíos.
Las respuestas que ofrece el biopreparado inaugura un nuevo concepto en microbiología, gracias al trabajo conjunto realizado con el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba (INCA).
A su vez, y en lo que respecta a lanzamientos, Rizobacter también sacó al mercado el inoculante Larga Vida, para la presente campaña de soja. Este producto es único por sus características en la producción industrial de inoculantes. Su exclusiva formulación permite que las bacterias sobrevivan más de 60 días sobre las semillas de soja. Este hecho rompe con el paradigma sobre la reducida supervivencia de los rhizobium en la simiente.
Actualmente se está trabajando en un proyecto que posibilitará alargar la vida de los microorganismos más allá de los 120 días, lo que hasta hace muy poco tiempo era impensado en la integración del inoculante con productos de origen químico.
El producto se lanzó al mercado mundial mediante un acuerdo de vinculación tecnológica con Syngenta, por el cual se puso en marcha el proyecto “Plenus”. Se trata de una propuesta que transforma el sistema de producción al ofrecer soja lista para sembrar, protegida con fungicidas e insecticidas más el inoculante de última generación de Rizobacter.
También, durante el último ejercicio comercial, la firma invirtió u$s4 millones en ampliar y modernizar su planta de producción ubicada en la localidad bonaerense de Pergamino.
Hoy fabrica 16.000 litros de inoculantes por día, con el objetivo de llevarla a su máxima capacidad (22.000 l) en el transcurso del 2011/2012. Esto se logra con el funcionamiento diario de 16 fermentadores, entre los cuales se encuentra un biorreactor de 11.000 litros incorporado recientemente.
Por otra parte, pero íntimamente relacionado con sus últimas inversiones, la firma continúa creciendo en exportaciones. Sus principales envíos se orientan a Latinoamérica. Así es que hoy más de 21 países comercializan los productos de la compañía.
