El ministro de Agricultura Julián Domínguez expresó gran satisfacción por la jerarquía alcanzada por los vinos argentinos, al ser declarada bebida nacional por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Actualmente, gran parte de la investigación y el desarrollo de la tecnología de este sector busca cumplir con los requerimientos que demandan productores, distribuidores y consumidores del mercado local.
Dentro de este contexto el valor agregado en origen cumple un rol fundamental, además de la importante apertura de mercados internacionales que ubican a nuestros vinos entre los principales del mundo.
El desarrollo de nuevas tecnologías y el acompañamiento activo desde el Estado a los pequeños productores e industriales vitivinícolas mediante el Plan Estratégico de la Vitivinicultura, da cuenta de esta nueva etapa organizativa generada desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, como organismo transformador de las economías regionales.
Con esta decisión la Argentina pasa a asegurar la pureza de su producción de mostos y de vinos, apelando a la máxima tecnología disponible, que se complementa con el asesoramiento técnico que impulsa este Ministerio.
La activa promoción de nuestra producción vitivinícola, en un esfuerzo compartido con todos los actores que integran el Plan Estratégico Agroalimentario 2010-2016, a través de los distintos recursos que este ofrece, se enmarcan dentro de esta nueva política de inclusión de provincias, municipios, productores medianos, pequeños, empresarios y científicos.
La vitivinicultura en conjunto ha protagonizado en este último tiempo la renovación de viñedos que naturalmente incluyó fuertes inversiones en plantaciones y bodegas. De esta manera los vinos argentinos baten récords de distinciones en las exposiciones internacionales de la especialidad.
También ha crecido la elaboración y exposición de vinos finos y varias bodegas han encarado la producción de champagnes sobre la base de renovadas viñas, expresada en un dinámico proceso de cambio.
“Así seguimos trabajando para convertir a nuestro país en un destacado exportador de vinos de alta calidad, que satisfaga las exigencias de los mercados externos con la misma calidad que se destina al mercado interno” expresó el Ministro.
“La incorporación de celajes de alta calidad contribuye a generar un estándar único para todos los argentinos, con la misma intensidad que para el exterior. Ese cambio se traduce en el incremento de la capacidad productiva de las bodegas y la elaboración de vinos reconocidos por su calidad, que es alentador para nosotros ya que nos indica que estamos transitando el camino correcto”, manifestó Domínguez.
Argentina cuenta con destacadas aptitudes para la producción de vinos entre las que se destacan excelentes condiciones agroecológicas y recursos humanos disponibles para la aplicación de nuevas tecnologías, variedad y calidad de materia prima.
Y un importante mercado local que acompaña el Ministerio de Agricultura a través del trabajo concreto del Plan Estratégico Agroalimentario, la COVIAR y el INV con herramientas disponibles para todos los actores.
