Maizar se define en su web como “el espacio que convoca a todos los integrantes de la cadena productiva, comercial, industrial, alimenticia y exportadora del maíz, con el fin de promocionar el crecimiento de este insumo como producto y generar un mayor volumen de oferta para las industrias capaces de darle un más alto valor agregado”.
En una entrevista concedida a Mundocampo, el ingeniero Martín Fraguío, director ejecutivo de esta asociación, habló sobre estimaciones de cosecha, problemas de comercialización del maíz 2010/2011 y las posibilidades que tiene el cultivo en siembras tardías.
“Es interesante lo que está pasando y la verdad es que nunca vi una cosa así desde el punto de vista de las opiniones de los expertos” comienza diciendo Fraguío sobre las estimaciones de la campaña actual y agrega: “estamos viendo que las instituciones que siempre hacen estimaciones están dando un numero pero, al mismo tiempo, otros expertos -algunos más optimistas y otros más pesimistas- estiman otra cosa. Hoy las dos bolsas (de Cereales de Buenos Aires y Rosario) dan estimaciones por debajo de las veinte millones de toneladas con un área sembrada total de un poco menos de tres millones doscientas mil hectáreas. Nosotros lo que vemos es que quienes opinan internamente, desde distintos sectores como son los productores, semilleros o acopiadores de distintas zonas, creen que va a haber un poco más; dentro de Maizar se tiende a pensar que habría veintiuno o veintidós millones de toneladas”.
El especialista aseguró que “da la impresión de que el daño visual es peor que la cantidad de grano que el cultivo finalmente tiene y, como la zona núcleo, esta zona justamente, está cerca de Buenos Aires, es como que causa un impacto bastante mayor”.
Otro asunto ineludible es el de la comercialización de este cereal. Fraguío explicó que para Maizar la preocupación mayor es que “desde hace varios años, el mercado de maíz no llega a tener una operatoria totalmente libre donde quien quiera vender pueda vender todo el año o quien quiera comprar pueda hacerlo todo el año. Este sistema de prohibición de exportaciones, de los ROE y la distribución de las cantidades a exportar por empresa nos preocupa porque vemos que hace que el mercado sea cada vez mas ineficiente y que eso tenga un costo grande que lo termina pagando la Argentina, porque no se exporta lo que se debería exportar, no se produce lo que se debería producir y el productor recibe menos plata de lo que su producto vale”.
Una perspectiva que el entrevistado transmite es que “desde el ministerio de Agricultura con el que nosotros tenemos mucha relación para trabajar en este tema, hagan algo parecido a lo del año 2009: si al momento de la cosecha se abre un volumen muy grande, entonces, por algunos meses, el mercado funcionará normalmente, pero lo ideal seria que el mercado de maíz fuese igual al de sorgo o al de soja; o sea mercados en los que no hay una intervención del Estado prohibiendo vender, comprar o exportar, sino que directamente los operadores se arreglan solos”.
Explayándose sobre la relación que la organización Maizar tiene con los organismos estatales específicos, Fraguío dijo: “Nosotros ahora con el ministerio de Agricultura -y antes con la secretaría- mantenemos y tratamos de mantener una relación frecuente y estamos permanentemente acercándole nuestros problemas. Hoy el problema más grave es justamente el funcionamiento del mercado interno y vemos una vocación dentro del ministerio de resolver esto pero, creemos que todavía hay que trabajar mucho más. La Argentina es el único país del mundo que tiene este tipo de medidas; dispone de una cantidad muy grande de maíz para exportar y las exportaciones se prohíben, eso no lo hace ningún país del mundo. Incluso, hace dos semanas la FAO hizo un reclamo formal a la Argentina en ese sentido”.
Respecto del futuro de este cereal y su área de siembra este especialista afirmó: “Por lo que es el escenario mundial hoy, el maíz se transformó en una de las materias primas más importantes. De todas las materias primas, esta es la que más aumentó su consumo y su producción en los últimos siete u ocho años; más que el petróleo, que el carbón, que el aluminio, e incluso más que la soja. Creemos entonces que la Argentina, si pudiera recuperar la normalidad de su mercado de maíz, y que los sectores del consumo interno -la ganadería vacuna de carne y de leche, la avicultura, los cerdos, el etanol, la molienda y eventualmente el biogas- empezaran a crecer al máximo posible, podría aumentar muchísimo, y rápido, el área sembrada”.

