En las jornadas Deriva Cero, realizadas en el Aeropuerto de la localidad de Sáenz Peña, provincia del Chaco entre el 1 y el 3 de octubre pasados, y organizada porla FederaciónArgentinade Cámaras Agroaéreas (FeArCA) junto al Colegio de Ingenieros Agrónomos del Chaco y el Ministerio de Planificación y Medio Ambiente del gobierno provincial, se expuso sobre la tecnología existente para hacer la aplicación aérea de manera segura sin afectar a la población ni al medio ambiente, a través de la eliminación de la deriva del producto aplicado.
Además se dieron charlas de capacitación a los más de los 130 ingenieros agrónomos que asistieron. Como principal orador estuvo presente el especialista irlandés Alan Mc Cracken, quien explicó la técnica de la aplicación aérea y el equipamiento en cada una de las aeronaves presentes.
FeArCA estuvo presente apoyando este emprendimiento y dándole trascendencia nacional, a través de su presidente y su presidente, Orlando Martínez.
En el marco de las acciones por normalizar a las empresas agroaéreas, FeArCA gestionó antela Administración Nacionalde Aviación Civil (ANAC) una ventanilla especial para recepcionar documentación e iniciar los tramites para la obtención de los Certificados de Explotador de Trabajo Aéreo (CETA) a empresas agroéreas, de forma de facilitar estos tramites, evitando que los titulares tengan que ir a Buenos Aires.
El ministro de Planificación y Ambiente del Chaco, Raúl Codutti, hizo referencia al sitio web Nea Rural sobre el programa “Deriva Cero” y explicó que se trata de una iniciativa que tiene como objeto reducir al mínimo y evitar cualquier tipo de deriva por la incorrecta aplicación de agroquímicos en los campos que pueden afectar a vecinos que tienen otro tipo de cultivos o que pueden afectar a poblaciones. “En este contexto se está trabajando con los ingenieros agrónomos y los aeroaplicadores y también todos los actores que forman parte de la cadena de comercialización o aplicación de biocidas y mejorar las prácticas que se utilizan para eliminar, si es posible, o reducir al mínimo los riesgos de contaminación que generan las prácticas de aplicación aérea de agroquímicos”, agregó.
A su vez, desde el programa se trabaja con los municipios para definir la línea agronómica, la zona de resguardo para evitar la aplicación aérea y terrestre en zonas determinadas para reducir o mitigar el impacto que tienen los agroquímicos sobre la salud de las personas.

