Los forrajes constituyen más del 50% de los requerimientos de materia seca del ciclo total de producción del vacuno que corresponden a la actividad de cría.Por ende, cualquier mejora en la eficiencia de utilización del alimento en la cría tendrá un impacto más que proporcional que cualquier mejora en la recría o en el engorde.
Juan Elizalde, asesor independiente, aseguró que “una mejora del proceso de recría genera un aumento importante en la producción debido a la menor incidencia de los gastos de mantenimiento y a la elevada eficiencia de conversión de la ganancia de peso”.
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