“Se avanzó bastante, pero todavía no se cerró toda la lista definitiva ”. Lo dijeron anoche quienes participaron de una extensa reunión en la secretaría de Comercio Interior por la definición de la canasta oficial con precios regulados.
El próximo viernes entrará en vigencia el nuevo acuerdo de precios entre el Gobierno, la industria y los supermercados: incluye una canasta de 175 a 200 productos, con precios fijos en todo el país. Ayer, a las seis de la tarde, hubo un encuentro en Comercio entre los representantes de las cadenas y funcionarios para tratar de definir los importes de esos productos. D uró casi tres horas y media y tuvo como protagonistas al secretario Augusto Costa y directores de los supermercados.
Costa y sus técnicos avanzaron en el “punteo” de los precios que estarán “acordados” con los súper, pero que no estarán “congelados”. Los importes tendrán revisiones graduales, tanto mensuales –en frutas como la banana, que se importa, o verduras, que sufren variaciones estacionales según el clima y los stocks disponibles– como trimestrales, en la mayoría de los productos envasados.
Según publicó Clarín, los supermercados le llevaron a la secretaria de Comercio Interior tres listas de precios.
Una contiene el costo de las mercaderías, y refleja los importes que les pasaron sus proveedores, los fabricantes de alimentos, bebidas o productos de limpieza e higiene. La segunda detalla lo que les cuesta a los supermercados poner esos productos en las góndolas, con los costos de logística y distribución incluidos. La tercera es con los precios “finales”, los que paga el consumidor y ya incluyen el margen para los supermercados.
Costa ya había revisado esa información y ayer avanzó en la lista de precios “finales”. En las cadenas de supermercados parecía haber más concordancias que desacuerdos en lo planteado ayer por el funcionario. Antes de verse con Costa, los supermercados unificaron sus posiciones en una reunión de su cámara, la Asociación de Supermercadistas Unidos (ASU).
En la canasta básica propuesta por el Gobierno confluyen primeras y segundas marcas.
Los inconvenientes para acordar están en algunos productos básicos como azúcar, aceite y harina, a los que usualmente se limita a dos unidades por persona o grupo familiar.
En el congelamiento ideado por Guillermo Moreno –ex secretario de Comercio Interior– en febrero, se suponía que se podía conseguir un kilo de azúcar por debajo de los $ 3 (entre $ 2,80 y $ 2,90). Sin embargo, según los supermercadistas, eso no pasaba porque los primeros que iban a comprar esos productos fueron los dueños de autoservicios, que luego los revendían al doble. “Queremos evitar que se repita esa situación. Si el azúcar va estar barata, que llegue a los clientes en forma directa, no que la atesoren los autoservicios para hacer su negocio”, se quejan.
