Luego del revuelo que causó la noticia de que el Jefe de Gabinete de Carlos Casamiquela, Héctor Espina, fuera integrante del tristemente célebre Batallón de Inteligencia 601 como personal civil en los años de la dictadura corrió la versión de su renuncia, que fue desmentida por la cúpula de la cartera agropecuaria.
“El ofrecimiento de la renuncia existió pero nunca de manera formal, ni se tomó jamás en serio” aseguró a El Enfiteuta una alta fuente del Ministerio. Enla tarde del lunes ya nadie tomaba en serio que el Jefe de Gabinete de Casamiquela fuera a reemplazarse.
Puertas adentro del Edificio de Paseo Colón, están convencidos de que la extemporánea aparición mediática de Espina en el listado del 601 -difundido en 2010 por Decreto presidencial desde el juzgado de Ariel Lijo, hoy protagonista del caso Ciccone- tiene que ver con una “operación” y no precisamente “externa”.
Tampoco creen desde el entorno de Casamiquela que la movida “desestabilizadora” que apunta indirectamente al Ministro tenga su origen en la Subsecretaría que conduce Emilio Pérsico, como se sugirió en varios medios en los últimos días. Es más el propio Pérsico, aseguran, le manifestó “solidaridad” y completo respaldo a Espina luego de los trascendidos.
Según la versión que brindó el propio Espina sobre el caso. Su paso por el Batallón 601 duró apenas 4 o 5 meses en los primeros tiempos del golpe militar. En su relato aseguró que tras la situación de desempleo de su padre, cuando él tenía unos 20 años, un conocido le ofreció entrar en el Batallón como personal administrativo.
Según publicó El Enfiteuta, luego de permanecer por un breve periodo de no más de 5 meses y de realizar un clipping de noticias de diarios chilenos supuestamente por el potencial conflicto con el país trasandino a raíz del canal de Beagle que por aquellos años escalaba en tensión, Espina renunció.
El problema se suscitó porque le propio Casamiquela no estaba al tanto de la situación y aunque nadie en su entorno da entidad a la noticia en la cartera la sorpresa produjo su impacto. Otro gesto que recibió Espina, fue el de organizaciones de Derechos Humanos como la Agrupación Hijos y la de Abuelas de Plaza de Mayo, que “tampoco dieron mayor trascendencia a la noticia”, confiaron fuentes ministeriales.
En las entidades de DDHH son conscientes de que el listado del personal del Batallón 601 está integrado 3.952 empleados con todo tipo de tareas, desde los que realizaban trabajos de inteligencia militar puramente hasta mozos que servían el café, choferes y dactilógrafos.
Desde que asumió el cargo Casamiquela se realizaron varios cambios en distintas áreas de la cartera que llegaron a organismos descentralizados como el Senasa, donde Diana Guillén se convirtió en la primera mujer al frente del organismo sanitario nacional. Y pese a que es una funcionaria de carrera muy respetada (o tal vez precisamente por eso) podría haber focos de resistencia misógina en el organismo.
También se modificó la subsecretaría de Ganadería cuando salió Alejandro Lotti e ingresó Jorge Dillon; más recientemente dejó el cargo Marcelo Yasky por Juan Maceira que habría sido mal recibida por alguna de las secretarías de Estado, lo mismo que la salida de Luciano Di Tella al frente de la Subsecretaría de Desarrollo de Economías Regionales por Luis Vitto.
Pero de todos los cambios uno de los que más especulaciones trae todavía aunque fue a poco de asumir Casamiquela, es el de la Subsecretaría de Coordinación Técnica y Administrativa donde se designó a Eduardo Mutchnik en reemplazo de Hugo Alberi, un área que no depende de ninguna Secretaría y responde directamente al Ministro.
Alberi fue quien manejó nutridos recursos desde esa cartera en la que no todas las cuentas parecen haber quedado claras para la nueva gestión. Su desempeño abarcó la campaña electoral que desembocó en la pésima elección de Norberto Yauhar como candidato a diputado por Chubut y que aceleró su renuncia.
