El país vive una mañana inusual por una medida de fuerza de los gremios del transporte. Tal como habían anticipado, colectivos y trenes iniciaron medidas de fuerza alrededor de las 4. Se sumaron los subtes, pese a que sus delegados habían prometido que no se sumarían a las asambleas. Tampoco salen vuelos de los principales aeropuertos del país.
El único medio de transporte habilitado para aquellos que deben entrar a primera hora a sus lugares de trabajo es el taxi. El secretario general del sindicato de taxis, Omar Viviani, decidió no sumarse a las tres horas de asambleas que decidieron el resto de los gremios del transporte. Viviani forma parte de la CGT oficialista que conduce Antonio Caló y fue recientemente reelegido por los afiliados de su sindicato.
A diferencia de otras mañanas, las calles de la Ciudad amanecieron repletas de autos. También hay una postal poco frecuente en las terminales de Constitución y Retiro, donde hay muy poca gente y nulo movimiento de los medios de transporte que a diario utilizan miles de personas.
Pese a que el titular de La Fraternidad, Omar Maturano, había asegurado que a las 7 volverían a funcionar los trenes, el servicio tardará en normalizarse: el Sarmiento estaría en condiciones alrededor de las 8, mientras que la línea San Martín demoraría al menos hasta las 9 de la mañana, según publicó Infobae.
El secretario General de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, Rubén “Pollo” Sobrero, comentó minutos después de las 7 que los trabajadores acababan de levantar la asamblea y aseguró que nunca se pensó en extender la medida: “Fue una versión de los malintencionados de siempre”.
El sindicalista no descartó igualmente que haya nuevas medidas de fuerza antes de fin de año: “Tuvimos problemas porque los trabajadores querían hacer paro de 48 horas, pero no queremos perjudicar a los usuarios. Ahora esperamos respuestas del Gobierno a nuestros reclamos”.

