La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) analizó la situación de las Pyemes y Micropymes de todo el país y anfatizó la necesidad de “la regionalización y categorización tarifaria” al mismo tiempo que reclamó la “gradualidad” de los aumentos.
Se señala que el reajuste eléctrico y de gas ha sido “desmedido” y que llevará al quiebre de muchas empresas, aún con el tope del 500%.
“Cuando se analiza caso por caso, queda en evidencia que no es posible aplicar un aumento lineal e indiscriminado para todas las empresas por igual sin tener en cuenta el impacto”, dice Came.
Sugiere en cambio que el gobierno analice con criterio un ajuste de este tipo que pone en riesgo las fuentes de trabajo y el ingreso de muchas familias. Y para construir un esquema tarifario viable para el país y los usuarios, la única vía en la coyuntura actual es el gradualismo.
La conclusión es que los pequeños y medianos empresarios del país se están viendo sumamente afectados por la alta incidencia que está teniendo el ajuste tarifario en sus costos de producción.
El impacto es tan alto, que aun implementando un tope de 500% en las subas, muchas empresas quedarían fuera de mercado y competencia y se verían obligadas a replantear su negocio.
El problema- señala- es sencillo: el comercio, la industria, los servicios, el agro, atraviesan una coyuntura muy delicada donde las ventas están cayendo a niveles insostenibles, con muchos empresarios analizando la posibilidad real de cierre o achicamiento.
Came asegura que en ese contexto, “sólo hay margen para una suba gradual de tarifas, donde los precios se vayan sincerando en un período de mínimo dos años, que dé tiempo para que la economía y las empresas puedan ir recuperando su actividad”.
Y añadió que “ese gradualismo debe definirse contemplando tres categorías: a) Pymes con baja incidencia de la luz y el gas en sus costos, b) Pymes con incidencia media, y c) Pymes con incidencia alta”.
