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Dos directivos de la Sociedad Rural acusados por deforestar ilegalmente más de 750 hectáreas

Los señalados son Ignacio García del Río, y Fernando Fortuny, productores que se desempeñan como presidente e integrante de la Sociedad Rural de Salta respectivamente.

Los señalados son Ignacio García del Río, y Fernando Fortuny, productores que se desempeñan como presidente e integrante de la Sociedad Rural de Salta respectivamente.
infocampo
Por Infocampo

Fotos: Greenpeace

Greenpeace denunció que en los últimos tres meses, desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se deforestaron casi 3.000 hectáreas de bosques nativos en la provincia de Salta.

Los principales responsables señalados por la ONG son: Ignacio García del Río, presidente de la Sociedad Rural de Salta; Fernando Fortuny, miembro del directorio de la SR; y Bruno Mauricio Varela Marín, empresario ganadero uruguayo.

Según estima Greenpeace, García del Río, habría desmontado 135 hectáreas de bosques nativos en finca “San Francisco”; Fernando Fortuny, habría hecho lo mismo en 617 hectáreas en la finca “Las 86 Leguas”; y Bruno Mauricio Varela Marín, habría desmontado 351 hectáreas en la finca “La Peregrina”.

Las imágenes satelitales aportadas por Greenpeace muestran los siguientes cambios:

Comparativa Satelitales Finca San Francisco Comparativa Satelitales Finca Las 86 Leguas

Según datos oficiales aportados por el movimiento ambientalista, Salta es una de las provincias con más deforestación de las dos últimas décadas, dado que entre 1998 y 2018 perdió 1.425.493 de hectáreas de bosques nativos.

La principal causa es el avance de la frontera agropecuaria, sobre todo para la producción ganadera y sojera”, afirma Greenpeace.

Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace, detalló que “Sáenz mira para otro lado mientras siguen los desmontes. Resulta evidente la complicidad del gobierno salteño, ya que no realizan controles, no sancionan, ni denuncian a los productores agropecuarios que arrasan bosques nativos a pesar de la cuarentena”.

“Más desmontes significan más inundaciones y más enfermedades. Destruir bosques es un crimen y no podemos perder ni una hectárea más”, finalizó Giardini.